Fernando Alonso fue sexto en Bakú, en buena parte gracias al accidente que sufrió Carlos Sainz con Checo Pérez en la última vuelta, pero el piloto de Aston Martin no deja que le gobierne la euforia y se ha mostrado duro, a la par que realista, con el papel general de la temporada.
"Somos el séptimo equipo, nuestra posición natural es 13º, 14º o 15º. Ser octavos en Bakú era un milagro, ser décimos en Monza también. Si estamos en los puntos aquí también será un milagro. No creo que este coche esté ahora mismo en el sitio que tiene que estar", dijo antes de comenzar el Gran Premio de Singapur.
"Por eso trabajamos tanto el 'set-up' el viernes, aunque no sea un problema de set-up, y esperamos a evoluciones para cuando lleguen. No nos rendimos, pero no podemos tener una esperanza surrealista porque pueda llover o estemos en Singapur. Tenemos que ser realistas y aceptar nuestra situación", agregó.
Por otro lado, comentó que las sensaciones que ofrece el monoplaza a lo largo del fin de semana son importantísimas: "Los circuitos son bastante diferentes, pero en los urbanos no hay espacio para el error, los muros marcan el límite. Es posiblemente la carrera más exigente del calendario, así que mantener el nivel de concentración durante el fin de semana y empezar el viernes con el pie derecho es importante para que el coche te dé confianza y acumules vueltas beneficiosas para sábado y domingo", señaló.
"Soy optimista después de Bakú. Pero aunque el resultado fuera bueno, según nuestros cálculos éramos el séptimo equipo en cuanto a prestaciones. No estamos contentos, tenemos que encontrar más ritmo y sé que el equipo tiene ideas para probar el viernes, así que estaré encantado de probarlas", sentenció.