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Dani Pedrosa, cuando los viejos rockeros nunca mueren

César Suárez
Dani Pedrosa, con su KTM, escudería de la que es probador
Dani Pedrosa, con su KTM, escudería de la que es probadorAFP
Dani Pedrosa, a sus 37 años, ha vuelto, dentro de su papel de probador de KTM, a disfrutar sobre una motoGP. El ilerdense, al que sólo le faltó ser campeón del mundo de la categoría reina, ha quedado cuarto en la carrera al sprint del Gran Premio de San Marino, que se celebra en el circuito de Misano.

Ya durante los entrenamientos libres, algunos pilotos seguían sus trazadas, tan técnicas como acostumbraba cuando competía por ser campeón mundial. Incluso el propio Marc Márquez, siempre sufriendo con su inconducible Honda, cogió su rueda en momentos determinados.

Luego, en la carrera al sprint, Dani Pedrosa, retirado en 2018, ha demostrado que el que tuvo retuvo, y ha llegado incluso a soñar con subir al cajón. Bagnaia se lo ha impedido. 

"Estaba en la moto y pensando que era el podio, pero Pecco ha defendido fenomenal las curvas, trazaba bastante por el interior en la frenada y frenaba muy tarde", ha explicado señalando que le ha dejado "muy poco margen de maniobra. No me he visto tan suelto en ese momento y he perdido un poco de tiempo". 

Dicho de otro modo, no ha querido arriesgar más de la cuenta para meterle la moto en alguna de las curvas del trazado de Misano y se ha conformado con una cuarta plaza que sabe a gloria para alguien que no está en el día a día del Mundial. 

"Estás delante con los jóvenes, que tienen veinte y pocos años, lo valoro realmente. Con 37 años me doy cuenta de que es una cosa difícil de hacer", ha comentado. 

Por eso, por rodar junto a los mejores del mundo en la actualidad, Pedrosa ha finalizado muy "feliz", a la espera de qué será capaz de hacer el domingo en la carrera larga.