Arranca una nueva edición de la Euroliga en la que el Real Madrid defiende su corona
La vigesimocuarta edición de la Euroliga abre el fuego hoy jueves con el duelo en Belgrado entre el Estrella Roja y el Villeurbanne. Además, el Barcelona recibe en el Palau al Anadolu Efes. En la jornada del viernes habrá un derbi español entre Baskonia y Real Madrid, mientras que el Valencia Basket ejercerá de local en la Fuente de San Luis ante el Mónaco.
En una edición en la que por tercer año consecutivo no habrá representantes rusos, el Valencia Basket sustituye al Gran Canaria, que pese a conquistar la Eurocup la temporada pasada, tuvo que renunciar a participar por motivos económicos. El Real Madrid defiende su título, con la vuelta de Facu Campazzo a la dirección del juego y después de haber ganado la Supercopa y de derrotar al Barcelona en dos ocasiones en apenas un mes. Continúan los Llull, Musa, Rudy, Deck o Tavares.
Los catalanes, por su parte, presentan un plantel muy renovado. Grimau sustituye a Jasikevicius en el banquillo y han llegado puntales de la selección nacional como Willy Hernangómez, Darío Brizuela y Joel Parra así como Jabari Parker, para cubrir las bajas de Mirotic o Cory Higgins, entre otros. También hay muchas caras nuevas tanto en Vitoria (Nico Mannion, Chima Moneke, Arturs Kurucs, Nikos Rogkavopoulos o Codi Miller-McIntyre) como en Valencia (Brandon Davies, Semi Ojeleye, Damien Inglis o Stefan Jovic).
Favoritos
Además de Real Madrid y Barcelona, la nómina de favoritos también incluye al Olympiacos, vigente subcampeón de la competición. Los de El Pireo han perdido a Vezenkov y Sloukas, pero se han reforzado con Milutinov, Brazdeikis o Williams-Goss. El Olimpia Milano ha incorporado a Nikola Mirotic, además de a un campeón del mundo como Maodo Lo. A Mónaco han llegado, además de Sasa Obradovic en el banquillo, Kemba Walker y Petr Cornelie.
Asimismo, habrá presencia española en el Maccabi Tel Aviv, que seguirá contando con Lorenzo Brown como base titular, en el Panathinaikos, donde Juancho Hernangómez fue recibido como un héroe y está llamado a marcar una época en el OAKA y en el Bayern Múnich, con Pablo Laso en el banquillo y Serge Ibaka en la pintura.