Savané justifica la renuncia del Granca a la Euroliga: "El baloncesto no es el fútbol"
La diferencia es astronómica. Hasta el punto de que es insostenible para equipos sin licencia A o modestos que quisieran dar un paso adelante, como podría ser el campeón de la Eurocup.
"Hubiera sido una irresponsabilidad disfrazada de valentía", ha afirmado Savané, justificando la decisión con números en la mano. "El paso a la Euroliga significa pasar de 18 partidos a 34. En Eurocup suelen ser tres días de descanso entre partidos y en Euroliga suelen ser dos. Además, hay siete semanas de doble jornada de Euroliga en las que son semanas de tres partidos en cinco días que en la mayoría de los casos no nos dejarían otra opción que volar en vuelos chárter".
Todo esto obligaría a incrementar muchísimo el presupuesto. Ahí está el ejemplo del Valencia Basket. "Pasó de medio millón a 1,5 millones de euros. En nuestro caso esta subida sería superior, sobre 2,025 millones".
Tres conceptos de ingresos
Aunque pueda parecer lo contrario, la Euroliga no es una panacea económica. Además de tener que reforzar el equipo de manera ostensible, para conseguir premios económicos suficientes hay que disponer de unos requisitos que no están al alcance del Gran Canaria.
"Los ingresos se dividen en tres partes: unas fijas de medio millón de los que se descuentan los gastos de arbitraje. La segunda, por méritos de clasificación desde 1,8 millones hasta unos 0,2 para el 14º. Los cuatro últimos no ingresan nada", ha explicado el dirigente de los amarillos.
"Y luego está el reparto de los beneficios por televisión y patrocinios. Esta cantidad va de unos 45 millones y solo se reparte entre los licencia A, de ahí no ingresaríamos nada. El Alba Berlín, que este año quedó entre los más bajos, ingresó 350.000 euros".