El Real Madrid arrolla al Joventut durante tres cuartos y acaba sufriendo (73-83)
El Real Madrid se presentó en el Olimpic de Badalona con la lección aprendida del primer partido, en el que un brillante Joventut le sorprendió en el WiZink Center. En el segundo encuentro la Penya también dio guerra aunque el equipo de Chus Mateo supo manejar la situación y se impuso con oficio y solvencia. En el primer partido de la serie fuera de casa, el Madrid realizó un planteamiento serio y efectivo desde el principio.
El inicio del campeón de Europa fue demoledor, con un 4-18 intimidatorio. Los tímidos intentos de reacción de los de Carles Durán sólo contaban con el acierto de Kyle Guy. El resto del equipo estuvo muy por debajo de las expectativas. Aun así, al final del primer cuarto sólo había 9 puntos de diferencia.
Musa, Yabusele, Hezonja y el muro de Tavares en defensa empezaron a poner una distancia cada vez más insalvable para los locales. El Joventut, con sólo un 27% de acierto en el triple y demasiadas pérdidas, era incapaz de frenar la avalancha de los visitantes.
Con Ricky Rubio observando desde la grada, el Madrid aumentaba cada vez más su ventaja. Mediado el tercer cuarto la diferencia llegó a los 30 puntos (37-67) y el milagro que necesitaba el Joventut parecía cada vez más un imposible. El parcial de 22-11 en el tercer cuarto dejó el duelo casi sentenciado. Con 27 arriba para los blancos, el tramo final parecía un mero trámite.
El Real Madrid se relajó mucho y demasiado pronto en el último cuarto y el Joventut echó mano de orgullo para dar un susto a los madridistas, que se vieron sorprendidos por una reacción fulgurante que puso un 73-78 en el marcador a un minuto del final. El público, que estaba apagado, se levantó de sus asientos por si se consumaba la sorpresa pero el Madrid supo manejar bien los dos minutos finales, tras un último cuarto desastroso (30-13 de parcial), para vencer por diez de ventaja. Musa, con 25 puntos, y Kyle Guy, con 20, fueron los mejores de cada equipo.
En la faceta negativa del partido cabe destacar los deplorables gritos de “asesino, asesino” de un sector de la grada a Guerson Yabusele, un hecho lamentable que supone una mancha en el comportamiento de una afición habitualmente ejemplar. En dos días, el cuarto asalto puede dar la clasificación al Madrid o forzar el quinto y definitivo partido en Madrid.