Así les ha ido a los españoles en la NBA en la temporada regular 22-23
De los seis españoles que empezaron el curso en la liga estadounidense, sólo cuatro la terminaron. Juancho Hernangómez (27) y Serge Ibaka (33) fueron cortados en febrero y desde entonces se encuentran sin equipo. Los números de Willy Hernangómez (28), Usman Garuba (21) y Ricky Rubio no han sido buenos. Sólo Aldama se salva en las estadísticas.
Santi Aldama (Memphis Grizzlies)
El ala-pívot zaragozano, en su segunda temporada en la NBA, ha aprovechado muy bien los 21.8 minutos que le han dado de juego. Especialmente fue el primer tramo de la campaña, cuando aprovechó las ausencias de algunos compañeros para hacerse fuerte como el 4 del equipo. Ha finalizado la regular season con 9 puntos, 4.8 rebotes y 1.3 asistencias de media tras disputar 77 partidos.
Su versatilidad y buena muñeca, con un 47% en tiros de campo y un todavía mejorable 35.3 % en triples, hacen de él un jugador muy aprovechable para unos Grizzlies que quieren seguir dando guerra en busca del ansiado anillo.
Ricky Rubio (Cleveland Cavaliers)
A Ricky ya no hay que valorarlo por los números. De hecho, nunca han sido su fuerte. El del Masnou siempre ha servido más por los intangibles, por las sensaciones de hacer mejores a sus compañeros que por los puntos o asistencias que repartiera. Lo importante, además, después de más de un año lesionado, es que regresara y se sintiera cómodo. Objetivo cumplido.
A partir de ahí, Rubio ha sido un líder para sus jóvenes compañeros en Cleveland, y lo seguirá siendo en esa primera ronda ante los Knicks. 5.2 puntos, 3.5 asistencias y 2.1 rebotes en 17.2 minutos es lo que dictan las estadísticas. Ha jugado 33 partidos con un 33.4 % en tiros de campo, un 25.6 en triples y un 80 en tiros libres.
Usman Garuba (Houston Rockets)
En la segunda temporada de Garuba en la NBA, realmente la primera en cuanto a continuidad se refiere, el ala-pívot madrileño ha dado un paso adelante en defensa y en ganarse la confianza de su entrenador. Su equipo sigue perdiendo, están en reconstrucción, dicen. Y ahí Usman ha arañado unos 12.9 minutos por encuentro en 75 partidos.
En ese tiempo ha promediado 3 puntos, 4.1 rebotes y 0.9 asistencias, con un 48.6 % de acierdo en tiros de campo, un 40.7 en triples y, su punto más flojo, un 61.7 en libres. Es obvio que se ha centrado en defensa, donde puede seguir especializándose si quiere tener continuidad en la NBA.
Willy Hernangómez (New Orleans Pelicans)
Llegaba como MVP del Eurobasket, pero en Estados Unidos eso no tiene validez. Se sabía que la rotación era muy extensa en New Orleans, sobre todo con la presencia de Zion Williamson. Pero ni por las múltiples ausencias del hombre de cristal, Willy ha podido tener oportunidades.
Lo increíble de todo es que cuando le ha tocado jugar, sólo en 38 encuentros, ha dado muestras de aportar muchísimo más que otros habituales. Pero parecía que cada vez que jugaba bien, le esperaba el banquillo. Luego, pasa lo que pasa, el equipo se ha quedado fuera de la postemporada.
6.9 puntos, 4.7 rebotes y 0.9 asistencias en 12.1 minutos de juego son números muy buenos, una productividad al alcance de muy pocos. Sólo es de esperar que sea capaz de encontrar una franquicia donde de verdad le valoren y le respeten para poder mejorar con más tiempo en la cancha. Ah, añádenle un 52.7 % en tiros de campo, un 77.9 libres y hasta un 27.3 en triples.
Juancho Hernangómez (Toronto Raptors)
Si a Willy le ha ido mal, a Juancho peor aún. Todas las ilusiones que tenía puestas tras un extraordinario verano con la selección española se fueron al garete cuando vio que su rol pasaba de residual a inexistente. Tanto que los Raptors lo cortaron en el límite y ninguna franquicia reclamó su contrato. Quedó libre y así sigue, apurando sus opciones de cara a la próxima temporada.
Sus números no dicen mucho: 2.9 puntos, 2.9 rebotes y 0.6 asistencias en 14.6 minutos, en 42 partidos. Pero en Europa mejorarían muchísimo y será pieza codiciada. Otra cosa es querer ser cola de león antes que cabeza de ratón.
Serge Ibaka (Milwaukee Bucks e Indiana Pacers)
A Ibaka parece que se le ha acabado el tiempo en la NBA. Lejos quedan ya los tiempos en los que era considerado uno, si no el mejor, de los mejores defensores de la liga. En los Bucks se ha notado su caída de rendimiento después de varios problemas físicos que le hicieron jugar sólo 16 partidos antes de ser traspasado en febrero a los Pacers.
Allí fue cortado sin llegar a debutar y desde entonces no tiene equipo. Se quedó este curso con 4.1 puntos, 2.8 rebotes y 0.7 asistencias en 11.6 minutos, con un 48.1 % en tiros de campo, un 33.3 en triples y un 61.5 en libres. Otro al que Europa le espera.