Garuba y los Hernangómez: cuando el sueño americano de la NBA no es como se imaginaban
La NBA es el sueño del 99 % de jugadores que empiezan a jugar al baloncesto. Cada vez son más los que, a muy pronta edad, incluso habiendo debutado en competiciones profesionales tan competitivas como la acb o la Euroliga, se marchan a Estados Unidos, a una universidad o ligas menores, para conseguir una mejor valoración de cara al futuro draft.
Pero da igual como llegues. O que seas un MVP de un Eurobasket, como Willy Hernangómez. O el MVP de la final de ese campeonato de Europa, como Juancho. O un talento físico descomunal, como Usman Garuba.
Allí, los roles están tan definidos que si no aportas algo estelar, no dejarás de ser considerado uno más. Da igual lo que hagas en el día a día porque el entrenador jefe no lo tiene en consideración. La prueba la tenemos con Stephen Silas, extécnico de los Rockets, que confesó públicamente que "no sabía que era tan bueno", refiriéndose a Garuba después de haberlo tenido un año a sus órdenes.
Garuba: tres equipos en un mes
No le sirvió de demasiado al exmadridista porque sus minutos de juego crecieron respecto a su año de rookie, pero tampoco demasiado. Este verano, con la llegada de Ime Udoka al banquillo de Houston, fue traspasado a los Hawks. Y sin llegar a debutar, de Atlanta a Oklahoma, donde los Thunder no lo necesitan.
Así las cosas, Garuba está a la espera de lo que decida su nueva franquicia. Pero es muy incierto su futuro en una NBA donde no esperan a nadie. Y él, quizás, llegó demasiado pronto, gastando sus opciones de triunfar en Estados Unidos.
Juancho Hernangómez: cinco franquicias en dos años y medio
Del mismo modo está Juancho Hernangómez. Después de un comienzo esperanzador en Denver, donde pasó sus tres primeras temporadas, en la cuarta fue traspasado a Minnesota. En los tres últimos años ha pasado, además, por Boston, San Antonio, Utah y Toronto, que lo cortó en febrero.
El alero madrileño apura sus escasas opciones de firmar por un equipo donde le garanticen que formará parte de la rotación. Podría ser estrella en Europa, donde el Barça quiere juntarlo con su hermano. Pero su sueño siempre fue la NBA... aunque no chupando banquillo.