Comenzó el Barça de manera fulgurante, con Mika Dem y Carlsbogard acertando cada uno de sus lanzamientos, colocándose con un favorable 2-5 de salida. Pero es lo máximo que permitió Landin desde su portería. El danés comenzó a dar un festival de paradas que impidieron que los azulgrana se escapasen y, de paso, permitieron recuperar el ritmo ofensivo a sus compañeros.
Tras cinco minutos sin que los culés pudiesen anotar, del 11 al 16, llegó el empate a 8. Y aunque N'Guessan rompió la sequía con dos dianas consecutivas, ahí estaba Hansen para volver a equilibrar las fuerzas (11-11).
Fue el momento que Antonio Carlos Ortega eligió para cambiar de portero. Emil Nielsen no estaba tan fino como en semifinales y salía perdiendo en su comparación con su compatriota Linden, que acabaría con siete paradas el primer tiempo. Entró Gonzalo Pérez de Vargas en el minuto 23, pero el Aalborg incluso llegó a ponerse por delante a 30 segundos del ecuador. Richardson, de penalti, firmaría el 15-15 con el que se llegó al descanso.
Pérez de Vargas aparece
El Barça no estaba cómodo. Ni siquiera con ese ritmo alto en el que se movía el partido y que, supuestamente, le podía venir mejor. Pero le fallaba la defensa, menos intensa que en otras ocasiones.
Tenían que aparecer los porteros culés. Y ahí estaba Pérez de Vargas para demostrar en el inicio de la segunda mitad sus condiciones de pulpo o de muro, llamémosle como queramos. Cuando más sufrían en la ofensiva y más sujetaban a Dika Mem, ahí estaba él para multiplicarse y poder dar segundas opciones a los suyos.
La ventaja, aun así, sólo superó en esa segunda mitad una vez los dos tantos (20-22) hasta que llegó la recta final y aventajó en 3 (27-30, min. 57) con un tanto de Janc desde el extremo. El trabajo parecía hecho, pero los daneses no se dieron por vencidos y se pusieron a uno aprovechando la exclusión de Mem.
Ahí, en la última jugada del partido, con 17 segundos de reloj, había que defender con la vida si era necesario. Y así fue, con un disparo de Hansen que tocó el larguero en el último segundo pero que terminó marchándose fuera para gloria eterna del Barça, que ganó su 12ª Champions por 30-31.
Richardson, con nueve goles, y Dika Mem, con siete, fueron los máximos anotadores del Barcelona. Hansen, con ocho dianas, fue el mejor goleador en los daneses.