Bautista sucumbe ante el cañón de Rune y, como Alcaraz, se queda sin final en Basilea
Se sabía que Roberto Bautista lo iba a tener muy cumplicado. Tras ganar a dos veteranos como Andy Murray y Stan Wawrinka, en semifinales tendría que cambiar radicalmente el enfoque porque el rival era totalmente diferente: el joven de 19 años Holger Rune, número 25 de la ATP y que venía como un tiro al haber ganado en el último mes 12 de sus últimos 13 partidos con un título incluido, el de Estocolmo de la semana pasada.
Se trataba de un clásico duelo de estilos: el control y la sobriedad del español contra el vigor y la electricidad del danés. Pese a la diferencia de maneras de entender el tenis, la igualdad fue la tónica dominante.
El pupilo de Patrick Mouratoglou no había perdido ningún saque en todo el torneo y contra Bautista no sería distinto. En el primer set no concedió ninguna bola de rotura y tampoco aprovechó las dos a su favor que tuvo, con lo que se llegó al tie break. Ahí, el danés sorprendió añadiendo calma a sus potentes golpes y no dio opción al español, imponiéndose por 7-1.
El castellonense subió el nivel y lo intentó de todas las maneras en el segundo parcial. Pese a las bombas que recibía al resto, tuvo siete oportunidades de break que no pudo ejecutar, pero como estuvo muy sólido en sus turnos de saque (no en vano ganó 28 de los 33 puntos cuando servía), de nuevo el juego de desempate sería determinante. Cuando parecía que el partido iba a decidirse en la tercera manga con 6-2 a favor de Bautista, Rune dio el arreón final para ganar seis puntos de manera consecutiva y clasificarse a la final, donde se medirá al canadiense Felix Auger-Aliassime, verdugo de Carlos Alcaraz, en el que será el duelo entre los tenistas más en forma de las últimas semanas.