Parecía un combate desigual entre el actual campeón olímpico, del mundo y asiático, el uzbeko Jalolov, y el aspirante, Ayoub Ghadfa.
Pero no se amedrentó. Tal y como hizo en los combates preliminares, el púgil español salió valiente a sabiendas de que era complicado hacer daño a su zurdo enemigo de dos metros de altura. Se cruzaron sendos golpes mutuos y simultáneos, pero poco antes de acabar el primer asalto, el favorito sí conectó limpiamente en el rostro del marbellí. Por 10-8 se llevó Jalolov ese primer acto.
En el segundo, Ghadfa supo mantener a raya la izquierda del campeón. "Estás boxeando muy bien", le decía desde la esquina Rafa Lozano, su entrenador, para darle ánimos. Pero también le dieron la victoria los cinco jueces claramente en ese asalto.
Sólo un ko le podría dar la victoria al español. Algo imposible de conseguir. Y aunque mejoró boxeando, fue Jalolov quien se llevó el oro por decisión unánime.