Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Las caídas se multiplican en un ciclismo cada vez más rápido

AFP
La grave caída en Gent-Wevelgem
La grave caída en Gent-WevelgemBelga via AFP
Caídas colectivas, fracturas de huesos y sueños que se rompen. Semana tras semana los ciclistas visitan el hospital: el miércoles le tocó a la estrella belga Wout Van Aert, recordando los peligros crecientes de un deporte que no deja de acelerar.

En los últimos cuatro días, tres carreras han estado marcado por caídas graves. En Francia, la mitad del pelotón se fue al suelo, con la piel levantada, el domingo en la Roue Tourangelle.

El miércoles, una nueva caída masiva en la París-Camembert, con varios abandonos, entre ellos el de Jason Tesson, vencedor precisamente de la Roue Tourangelle.

Pero, sobre todo, la violenta caída del miércoles en la carrera A Través de Flandes, con varios ciclistas lesionados de gravedad, entre ellos Van Aert, con fracturas en una clavícula, varias costillas y el esternón, lo que le hace abandonar su sueño de ganar el domingo el Tour de Flandes o la París-Roubaix el próximo fin de semana.

El ciclista del equipo Visma, que estará de baja varias semanas, fue operado "con éxito" en la noche del miércoles en Herentals, su ciudad natal.

"Su participación en el Giro de Italia (en mayo) está en duda. Tomará una decisión en las próximas semanas en función del avance de su convalecencia", añadió Visma.

Justo después, otro belga, Jasper Stuyven, pasó por el mismo hospital para tratar una fractura de clavícula, involucrado en la misma caída.

"Una presión enorme"

"Puede que tomemos el café juntos por la mañana", señaló Stuyven, vencedor de la Milan-San Remo en 2021, en el diario belga HLN.

El luxemburgués Alex Kirsch, su compañero en el equipo Lidl-Trek, se rompió la mano. El líder de la formación, Mads Pedersen, escapó por los pelos, únicamente con rasguños.

La caída del miércoles fue especialmente violenta, pero pocas son las carreras que finalizan con un boletín médico intacto.

Desde el comienzo de la temporada, decenas de corredores han finalizado en la ambulancia. Solo el mes pasado la lista de roturas de clavícula, la fractura de los ciclistas, incluye a Sénéchal, Rui Costa, Johannessen, Lemmen, Capiot, Ackermann, Kelderman y Gee.

En ocasiones, el drama alcanza a la muerte, como le ocurrió al suizo Gino Mader en junio de 2023, cuando descendía un puerto en la Vuelta a Suiza.

El miércoles, la caída tuvo lugar en un descenso en falso llano, ultrarápido y reputado por su peligrosidad, al punto de que fue suprimido del recorrido del Tour de Flandes.

"Puede que lo quitemos de todas nuestras carreras", señaló Tomas Van Den Spiegel, de la organización de las 'Flandes Classics'.

Uno de los factores es la velocidad cada vez superior que alcanzan los ciclistas, que también retrasan al máximo la frenada, gracias al sistema de disco, más eficaz.

"El nivel medio del pelotón es muy alto y la presión es enorme para estar bien situado, adelante", subrayó el veterano belga Tim Declercq, del equipo Lidl-Trek.

"Todos tenemos miedo"

El mobiliario urbano, destinado a ralentizar la circulación de los coches (baches e isletas, por ejemplo) añade peligro a los ciclistas.

"En coche entramos en el centro de las ciudades a 30 km/h y en bici llegamos a 60 km/h. Ahí queda eso", señala el ciclista francés Benoit Cosnefroy.

"Las caídas forman parte de nuestro deporte, pero podemos actuar en la protección de los corredores", añade Jan Bakelants, en su día portador del maillot amarillo del Tour de Francia y actualmente comentarista para el medio belga Sporza.

Cercano a Van Aert, propone la utilización de "una especie de airbag que se coloca en la espalda, como en el esquí".

"Necesitamos medidas que atenúen las consecuencias de una caída", añade.

A la espera, los ciclistas conviven con los daños físicos, pero también psicológicos que suponen los accidentes. Por ejemplo, el francés Pierre Latour no es capaz de superar su miedo a caer en los descensos, como el español Enric Mas, un líder lastrado por su poca eficacia en este ejercicio.

Campeón del mundo en 2020 y 2021, Julian Alaphilippe, que sufrió un grave choque contra un árbol en la Lieja-Bastoña-Lieja en 2022, admite tener "un poco más de miedo" que antes.

"Cuando escuchas una gran caída no lejos de ti, el ruido del carbono que se rompe, los chicos que gritan... Todos tenemos miedo. No conozco a ningún ciclista que no tenga miedo", dice Cosnefroy.