Nos quedamos sin partido en 30 minutos. Tiempo suficiente para que el Barça creara la tormenta perfecta desde la banda derecha que ocupaba Dembélé. Ese futbolista tan genial y caótico capaz de desesperar por igual a rivales y a compañeros.
Pero el francés, en esta ocasión, eligió la de fastidiar al contrario. Participó en los cuatro goles que encajó Unai Simón, el titular en la meta española y en el Atheltic. El 'Mosquito' anotó el primero con la cabeza. Lo que le faltaba ya en su arsenal. Él mismo había disparado desde la frontal, pero Unai lo desvió. Lewandowski corrió a por el rechace ante la pasividad rojiblanca y puso el balón al corazón del área donde saltó el francés, marcó los tiempos y conectó con el balón. Golazo.
Seis minutos después encontró en el área a Sergi Roberto que tampoco falló en la suerte del gol, si bien le sonrió un poco la fortuna tocando en un defensor que impidió a Unai despejar.
Y otros seis minutos después, en el 22, otra vez Dembélé buscó en el área a un amigo. Ese fue Lewandowski, el mejor para estas lides. El polaco recibió de espaldas, se dio la media vuelta, dejó en evidencia a De Marcos y otro gol para la buchaca. Va camino de romper todos los récords de Messi y de Cristiano en LaLiga a este paso.
La lesión de Gavi lo paró todo
Eran todo sonrisas en Can Barça. Lo que se esperaba que fuese un encuentro competido resultó una juerga total para los de Xavi. Hasta que llegó la lesión del chico de oro, del trofeo Kopa, del mejor sub21 del mundo. Gavi recibió una fortísima entrada y ya no pudo levantarse por sí mismo. Su dolor se sentía en la grada, igual que sus lágrimas preocupaban a todo el fútbol español pensando en el Mundial.
La salida de Gavi afectó moralmente a sus compañeros, que bajaron el pistón y las revoluciones. Tampoco es que el Athletic hiciera mucho más, ninguna aproximación peligrosa a la portería de Ter Stegen.
Y así continuó hasta que el Barça se reactivó con los cambios, que no está la cosa para desaprovechar minutos. Ferran, ejerciendo de 9, lo sabe mejor que nadie y lo aprovechó cazando un pase interior de, quién si no, Dembélé, para batir bajo las piernas a Unai. El pase del galo, también con túnel a Yuri.
Quedaban poco menos de 20 minutos y lo único destacable fue una frivolidad de Ter Stegen, aburrido de no trabajar. Ni Vencedor, casi a puerta vacía, ni Sancet en el rechace, fueron capaces de anotar el gol del honor. Horrible el Athletic y fenomenal un Barça que ya pensaba desde hace mucho en el Bayern Munich y en un posible milagro en la Champions.
Jugador Flashscore del Barcelona-Athletic de Bilbao: Dembélé.
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