El anuncio de Massa se produce semanas después de que el expatrón de la F1, Bernie Ecclestone, reconociera que él y el entonces presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), Max Mosley, hubieran sido informados de irregularidades durante el Gran Premio de Singapur y decidieron no hacer nada.
"Insisto en que no me importa el aspecto financiero de esta historia, me importa la justicia. Si las dos personas más poderosas, el patrón de la Fórmula Uno y el jefe de la FIA, lo sabían en 2008 y se callaron, es muy grave e inaceptable para el deporte", declaró Massa a Globoesporte.
En el origen del escándalo estuvo una maniobra del equipo Renault, cuyos responsables supuestamente ordenaron al piloto brasileño Nelson Piquet Jr. (Nelsinho Piquet) provocar un accidente y forzar así la salida del coche de seguridad. Esto abrió la puerta a la remontada del español Fernando Alonso, que ganó la carrera. Massa, tras un error de los mecánicos de Ferrari, se quedó fuera de los puntos.
Nelsinho Piquet confesó el caso meses después a la FIA, que expulsó al jefe de Renault, Flavio Briatore, y al director del equipo, Pat Symonds, exculpando a Piquet y Alonso.
Massa terminó el Mundial de 2008 en segunda posición, a sólo un punto de Lewis Hamilton, en la ocasión en que más cerca estuvo de ganar el campeonato.