Las claras mejoras registradas en Austria han traído un soplo de aire fresco a Maranello tras las decepciones de los anteriores Grandes Premios.
El segundo puesto de Charles Leclerc y el tercero de Carlos Sainz en la carrera Sprint son, sin duda, buenas noticias, pero al mismo tiempo sólo un punto de partida.
Nuevo difusor
Precisamente en esta dirección está trabajando Ferrari para seguir mejorando su puesta a punto aerodinámica de cara al Gran Premio de Gran Bretaña del próximo fin de semana.
A Silverstone, de hecho, el Cavallino llegará con un nuevo difusor trasero que se sumará al paquete que permitió a los pilotos de Ferrari ser protagonistas en casa de Red Bull.
Consigna: optimismo
Y lo cierto es que el objetivo, al menos de momento, no puede ni debe ser alcanzar el nivel de los coches de Max Verstappen y Checo Pérez, sino quedar lo más lejos posible de Mercedes y Aston Martin.
Y no cabe duda de que el trazado de Silverstone trae buena suerte tanto a Leclerc como a Sainz que, el año pasado, ganó la carrera por delante de su compañero que, por su parte, ya ha subido tres veces al podio en Gran Bretaña. En resumen, la consigna es el optimismo.
El circuito de Silverstone, sin embargo, no es el mejor para las características del SF-23, o más bien, si se quiere, es aún peor que el austriaco, con sus curvas rápidas indigestas para el monoplaza de Maranello. Así que, a pesar del optimismo, no faltarán los interrogantes, empezando por la adaptación a los nuevos neumáticos Pirelli. Ferrari también tendrá que mejorar la comunicación entre el muro de carrera y los pilotos, ya que Leclerc fue penalizado en la calificación de la Sprint Race en el Red Bull Ring.