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La frustración de Carlos Sainz con Ferrari en Mónaco

César Suárez
Carlos Sainz, en boxes durante el Gran Premio de Mónaco
Carlos Sainz, en boxes durante el Gran Premio de Mónaco AFP
Carlos Sainz (28) finalizó octavo en el GP de Mónaco cuando salía cuarto en parrilla. Su carrera estuvo llena de obstáculos y malas decisiones que le impidieron conseguir su tercer podio consecutivo en el circuito monegasco.

Primero, un toque con Esteban Ocon cuando presionaba al francés por arrebatarle la tercera plaza. Después, una discutible decisión de Ferrari de llamarlo a boxes para protegerle de Hamilton cuando el inglés no era su rival y aún le quedaban ruedas -salió con duras- para alargar su entrada. Y por último, un aquaplanning cuando, desesperado, forzó más de la cuenta para intentar remontar. 

Así se resume una frustrante carrera de Sainz en Mónaco y su malestar con su equipo. "Estaba frustrado. Pero no juzguéis por los comentarios a 300 kilómetros por hora en Mónaco, con los muros ahí", expresó el madrileño, al que se le escuchó por radio muy enfadado con su ingeniero de pista.

"Hoy, para mí, ha sido muy frustrante. Había dos paradas críticas en boxes. Una la hicimos demasiado pronto y la otra demasiado tarde. Pero esto es Mónaco, una lotería y hoy, quizás, no lo hicimos bien", añadió al finalizar la carrera. 

Carlos Sainz, bajo la lluvia de Mónaco
Carlos Sainz, bajo la lluvia de MónacoAFP

El ritmo estaba ahí

Esa decepción que se desprendía de las palabras y del gesto de Sainz se explicaban por la clara oportunidad perdida de alcanzar, al menos, la tercera posición. "He sentido que el ritmo estaba ahí. Hay, probablemente, un poco más de frustración por no haber acertado en las otras llamadas".

Por suerte para Sainz, que sigue por delante de su compañero, Leclerc, en el Mundial, la revancha podrá tomársela en Barcelona este fin de semana.