Leclerc, que ya fue el más rápido en los primeros entrenamientos, fue también el primero en teñir de morado la tabla de tiempos. Poco después le siguió Sainz y se la devolvió el monegasco con creces, superándole en casi seis décimas. Está claro que a Ferrari le van los circuitos urbanos y el de Singapur, incluso con otras condiciones y de noche, no iba a ser menos.
Como también se adapta de lujo el McLaren. Llegados al ecuador, ya mostraron sus garras con Piastri y, especialmente, con un Norris muy motivado para seguir luchando por el Mundial. Fue el inglés el más veloz para reclamar y marcar territorio antes del sábado, cuando de verdad llegará lo importante con la qualy. Eso sí, apenas 58 centésimas mejor que Leclerc.
Verstappen, hundido
Por el contrario, todo eran problemas para Mercedes, con Hamilton, 11º, quejándose de todo, y para Red Bull, donde Verstappen, 15º, parecía más preocupado de retar a la FIA tirando de ironía por la radio tras su sanción por proferir demasiados insultos. Checo Pérez, por una vez, superó a su jefe de filas, pero tampoco pudo ir muy allá siendo octavo.
Las sorpresas, como en los Libres 1, la pusieron los RB de Tsunoda y Ricciardo, quienes se metieron en el top6. Lejos de ellos, 12º, pero sólo a tres décimas, Fernando Alonso con su complicado Aston Martin.
Ya a dos minutos del final se produjo el citado accidente de Russell, que se fue largo en la curva 8 y dejó como recuerdo en el muro su alerón delantero. Menudo día para la escudería germana.