Verstappen celebra su tricampeonato con otra victoria en Catar; Alonso, sexto
Con el bajonazo de no ver a Carlos Sainz en la parrilla por una fuga de combustible, comenzó una carrera que prometía emociones fuertes por la urgente norma de no poder superar las 18 vueltas sin cambiar neumáticos. Pero esas emociones llegaron antes de lo esperado, justo en la primera curva cuando Hamilton y Russell chocaron entre ellos.
El primero se tuvo que retirar mientras que George pudo continuar para firmar un carrerón prodigioso. A saber si hubiera podido presionar a Verstappen, que volvió a ganar sin apenas sudar.
El incidente entre los Mercedes perjudicó a Alonso, que fue superado por Piastri, quien se colocó segundo, soñando con volver a ganar como hizo el sábado en el Sprint. Cuando el coche de seguridad se marchó, el ovetense intentó recuperar su plaza, pero se salió de pista y a duras penas pudo aguantar la presión de Leclerc.
El baile de los boxes
Cuando comenzaron los obligados cambios de ruedas, los undercuts no funcionaron y Alonso, que había entrado antes que el Ferrari, tuvo que adelantarlo en pista. Como haría luego Norris, con mejor ritmo también que el de Aston Martin. Por detrás, Russell iba a adelantamiento por vuelta, convirtiéndose en la gran amenaza para los que luchaban por el podio.
En el segundo turno de boxes, Norris le birló la tercera plaza virtual a Fernando, que había puesto duros y que se quejaba de que su asiento, literalmente, "quemaba". Aun así, siguió luchando, pero volvió a hacer una excursión que le hizo perder casi 10 segundos, destrozando definitivamente sus opciones de top3.
Sufrimiento de Sargeant
No sólo sufrían los neumáticos en el circuito. También los pilotos. Sargeant, de facto, abandonó exhausto. No podía ni salir de su monoplaza.
Otra victoria del tricampeón... y van 14
Por delante, sin ningún problema, Verstappen disfrutaba de un amplio margen con respecto a Piastri. El australiano se acercó pero con el rabillo del ojo miraba a su compañero, Norris, que pedía a su equipo que le dejasen pasar, que tenía más ritmo. Ni caso le hicieron. Más que nada porque a Russell no le funcionaban los blandos. Leclerc quedó quinto y Alonso, al final, se tuvo que conformar con la sexta plaza.