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Verstappen es el as en Las Vegas, Sainz queda sexto y Alonso acaba noveno

Daniel Núñez
Verstappen celebra su victoria en Las Vegas.
Verstappen celebra su victoria en Las Vegas.JIM WATSON / AFP
La penúltima cita del calendario reservó para el último día lo mejor: esos aficionados que invirtieron cientos e incluso miles de dólares pudieron disfrutar de una bonita y emocionante prueba que tuvo (casi) de todo.

Pese a que la pugna por el título lleva tiempo decidida, había un buen puñado de alicientes para seguir la cita dominical del Gran Premio de Las Vegas. La clasificación del sábado dejó a Max Verstappen por detrás de los Ferrari, aunque la sanción a Carlos Sainz provocó que pudiera salir justo por detrás de Charles Leclerc, y a la doble representación de McLaren (Óscar Piastri y Lando Norris) fuera del top 15. Además, Lewis Hamilton no entró en la Q3.

Los principales aspirantes al triunfo optaron por el neumático medio -progresivamente fueron cambiando al duro- en una carrera que empezó a complicarse desde bien temprano: trompo de los dos españoles en la curva inaugural y caída en picado. Y si el inicio ya era accidentado de por sí, Lando Norris se estrelló con las protecciones, sin consecuencias en su salud, y eso generó la intervención del safety car, lo cual benefició tanto a Fernando Alonso como a su compatriota.

Castigo a Max

Entretanto, el monegasco se enfadaba porque el tricampeón del mundo, desde entonces en la cabeza, le había empujado fuera de la pista. Este adelantamiento dio pie a que el piloto de Red Bull ganase bastante distancia respecto a la inmensa mayoría de mortales, pero la investigación le dio la razón a su rival y concluyó que debía cumplir una penalización de cinco segundos cuando hiciera su parada. Una buena noticia para el espectáculo.

Leclerc se puso en cabeza y Verstappen, que ya sufría, entró en boxes. Famosos como Steve Aoki, Zlatan Ibrahimovic o David Beckham disfrutaban de un espectáculo que contaba con un sinfín de intensas batallas, la mayoría con varios participantes. Una de las más interesantes tenía a Alonso y Sainz como protagonistas, a veces casi aliados por cómo fueron escalando. Recién superada la mitad, el coche de seguridad intervino de nuevo debido al toque entre George Russell y el neerlandés.

La alegría va por garajes

La mala actuación de Piastri el día antes no le impidió estar en la zona alta, aunque el vertiginoso ritmo de Supermax le sacó del podio. El mexicano Sergio Pérez, que decepcionó en la qualy, fue otra de las sorpresas del día, si bien su presencia en el liderato, luego ocupado por su compañero, fue casi testimonial. Red Bull buscaba el doblete, situación que perdió por culpa de un incansable y peleón Charles, quien hizo muchas cosas bien para estar ahí. Checo, por cierto, asegura la plata en la general.

Alonso y Hamilton, dos históricos que están acostumbrados a pelear por grandes botines, disputaron la octava posición al final. El británico se acabó imponiendo y dejó al dos veces rey de la Fórmula 1 en el mismo lugar que antes de que los semáforos se pusieran en color verde. Carlos, por su parte, se tenía que conformar con un sexto puesto más dulce que agrio si tenemos en cuenta que partió duodécimo. Eso sí, tenía potencial para más. Lance Stroll, de Aston Martin, fue quinto.