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Fabio Quartararo quiere hacer milagros con su Yamaha en casa

François Miguel Boudet
Fabio Quartararo
Fabio QuartararoAFP
Aunque su M1 todavía está en fase de desarrollo, Fabio Quartararo se ganó su puesto en la Q2 en el circuito Bugatti de Le Mans. ¿Una actuación que augura un buen fin de semana para Yamaha?

Fue un alivio, además de un pequeño milagro, tengo que admitirlo. Tercero en la carrera sprint de Jerez, fruto de una increíble remontada de 20 posiciones, Fabio Quartararo pensó que estaría en el podio... antes de que una penalización de 8 segundos por baja presión en los neumáticos le relegara a la 5ª plaza. Frustrante pero alentador para el piloto de Yamaha, que demasiado a menudo se queda rezagado con su M1, que quiere mejorar a toda costa.

Futuras evoluciones... ¿pero a qué precio?

Sin un equipo satélite que acelere el desarrollo de nuevas piezas, la escudería japonesa se encuentra en la cola de la parrilla. Pero esto no basta para frustrar por completo al Diablo, que ha prolongado su contrato hasta 2026, convencido de que Yamaha volverá pronto a la primera línea de la escena. La reciente llegada de Max Bartolini, ex Director de Rendimiento de Ducati, ha confirmado al Campeón del Mundo de 2021 en su elección, sobre todo porque también han llegado nuevos ingenieros.

Los primeros cambios se vieron en Jerez, durante las pruebas posteriores al Gran Premio, con un nuevo alerón formado por tres aletas en lugar de dos, un nuevo carenado y un difusor. Así pues, la aerodinámica se ha replanteado en parte. También se probará un nuevo chasis en un próximo test en Mugello.

Desde hace muchos meses, Quartararo esperaba una mejora de la velocidad punta de su máquina. Sin embargo, esto ha ido en detrimento de la manejabilidad en las curvas. Normalmente, siempre es una ventaja ser más rápido, pero hemos perdido muchos puntos fuertes", explicó antes del inicio del GP de Francia. Creo que el motor ha cambiado bastante desde el año pasado, ha cambiado mucho el ADN de la moto. Antes teníamos mucho más giro y agarre. Obviamente, hemos ganado mucha velocidad punta en comparación con hace dos años, pero en términos de velocidad en curva, hemos perdido algo".

Todo esto empuja al Diablo a forzar físicamente, lo que le costó caro en el GP de Jerez a pesar de haber hecho una buena salida: "desde la primera vuelta, nos faltaba agarre detrás, me costaba mucho girar, forzaba la moto para girar en las frenadas y a partir de mitad de carrera, tuve un problema con el brazo. Desde mitad de carrera hasta el final, he tenido que bajar el ritmo y cuando vas muy fuerte con la moto, eso no es bueno. En las últimas diez vueltas, diría que iba bien porque no podía pilotar".

Ante su público, Quartararo tuvo un inicio de fin de semana muy complicado en el circuito Bugatti, con un 20º puesto en la primera sesión de entrenamientos libres (01.32.698), a 1.277 de Jorge Martín y a casi medio segundo de su compañero Álex Rins, que fue 13º. Pero el relámpago llegó por la tarde: 1.30.788, ¡a 4 décimas de Martinator y 4 décimas por delante de Rins! En 10ª posición en los entrenamientos, el niçois se ganó su puesto en la Q2 del sábado. ¿Le Mans como punto de partida de la temporada de El Diablo? Todos sus seguidores lo esperan en las gradas.