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Desde Francia, con amor ¿Dónde están los capitanes de La Roja para defender a sus compañeras?

François Miguel Boudet
Los jugadores de la Roja llevan en volandas a su seleccionador, Luis de la Fuente, tras la victoria en la Final 4 de la Nations League el pasado mes d
Los jugadores de la Roja llevan en volandas a su seleccionador, Luis de la Fuente, tras la victoria en la Final 4 de la Nations League el pasado mes dProfimedia
Desde el país vecino, nuestro compañero de Francia François Boudet, ve así toda la polémica que ha envuelto en caso Rubiales. "Ocho días después de que Luis Rubiales forzara un beso con Jenni Hermoso ante los ojos del mundo entero, los capitanes de la Roja masculina brillan por su ausencia en los medios de comunicación. Es un comportamiento condenable".

Desde hace 8 días, el triunfo de la Roja femenina está en un segundo plano. Desde hace 8 días, un velo de vergüenza se cierne sobre el fútbol español. El beso forzado de Luis Rubiales a Jenni Hermoso en el podio de los premios se hizo viral. Tras el escándalo, la vergüenza y la indescencia se apoderaron de la situación. Presionado, el Presidente de la Federación Española de Fútbol debía dimitir el viernes. Pero el ex jugador dio marcha atrás. "No dimitiré, no dimitiré, no dimitiré", gritó en un clásico discurso en el que el culpable se transforma en víctima.

No teníamos ninguna duda de que Jorge Vilda se aplaudiría a sí mismo miserablemente delante de Rubiales, sobre todo después de que éste le ofreciera un nuevo contrato de 500.000 euros por temporada durante el mismo discurso. Había pocas dudas de que Luis de la Fuente, entrenador de la Absoluta masculina, también aplaudiría, aunque hiciera un débil intento de encogerse de hombros tras ser golpeado y envuelto en vergüenza como una mancha de aceite. Tampoco cabía duda de que los presidentes de las asambleas territoriales acabarían por desmarcarse tras haber dado su apoyo, quizá por miedo a que su bando fuera investigado, que el ruido nunca es bueno para los negocios. Menos aún dudaban de que una parte de la prensa se había vuelto contra "los 15" que se habían atrevido a revelar sus condiciones de trabajo con la Selección. Entonces, ¿seguimos histéricos y caprichosos?

Pensábamos que habíamos tocado fondo cuando Rubiales utilizó a sus tres hijas para denunciar el "falso feminismo", ese que iba a por ella y que estaba cometiendo nada menos que un "crimen social" contra ella, y luego el lunes su madre se puso en huelga de hambre en una iglesia y aparecieron sus primos para añadir el insulto a la injuria.

Pero hay cosas peores. Cuando el tuit de rabia de Alexia Putellas se convirtió en el hashtag viral #SeAcabó, cuando en muchos países, incluida La Liga, floreció este fin de semana el "contigo Jenni" en apoyo a Hermoso, y cuando Iker Casillas y Andrés Iniesta, leyendas entre leyendas, se posicionaron a favor de la Roja femenina, una pregunta sigue sin respuesta: ¿dónde se han metido los capitanes de la Roja masculina?

¿Dónde ha ido el capitán Álvaro Morata ? ¿Dónde están los vicecapitanes Dani Carvajal, Koke Resurrección y Rodri Hernández? ¿Dónde está Jordi Alba , que llevó el brazalete cuando España ganó la Nations League en junio? ¿Dónde han ido todos ellos a apoyar a sus compañeros, a los que comparten club con ellos, a los que se habrán cruzado en el centro de entrenamiento o en cualquier otro lugar? ¿Dónde están joder? Está claro que se han vuelto muy tímidos, mucho menos ruidosos que cuando vienen a quejarse de una falta, una mano, una tarjeta amarilla o un fuera de juego. Ahora que sus voces cuentan más que nunca, no se les ve por ninguna parte. La testosterona y la virilidad se han evaporado. Con un exceso rabelaisiano y un vocabulario ciertamente poco pulido, Jacques Chirac dijo: " Hoy en día transplantamos de todo, riñones, brazos, corazones. Excepto pelotas. Por falta de donantes". No podía tener más razón.