La hoja de ruta la tenía bien planificada Busquets. Después de bajarse el sueldo en el Barcelona en varias ocasiones, la última vez, como ocurrió con Jordi Alba y el ya retirado Piqué, dijo que nones. Su fin tras toda una vida como azulgrana llegaría el 30 de junio de 2023, una vez acabado su contrato.
Con 34 años, a Busi le apetecía probar otras aventuras y, de paso, asegurar aún más si cabe su futuro una vez que decidiera colgar las botas. Todo hacía indicar que daría el paso para jugar en Estados Unidos, en el Inter Miami para ser exactos.
Pero ese camino ha cambiado. Primero, porque con Xavi en el banquillo vuelve a disfrutar y a sentirse importante y valorado. Aunque tenga que renunciar a muchos millones al año, Busquets, ahora capitán, espera la propuesta del Barça para tomar una decisión.
Esa oferta no ha llegado aún. La que sí ha recibido es la del Al-Nasr, el club donde juega desde enero Cristiano Ronaldo. En Arabia Saudí quieren organizar el Mundial de 2030, como España (junto a Portugal y a Ucrania) o como Argentina (junto a varios países sudamericanos). Y creen que atrayendo talento europeo le dará más visibilidad a su liga y tendrán más opciones de conseguir votos.
Así que se han lanzado a tumba abierta a por Sergio Busquets, al que le han ofrecido cobrar 18 millones de euros libres de impuestos por temporada durante dos años. Goloso desde el punto de vista económico.
Habrá que ver si el de Badía la estudia o si da prioridad a su deseo de marcharse a Estados Unidos o de permanecer en su Barça de toda la vida.