El Barcelona encarga media Liga en La Cerámica (0-1) y saca 11 puntos al Real Madrid
Tanta prisa tenía el Barcelona en conseguir esa renta de puntos que a los dos minutos ya pudo marcar el primer tanto con un mano a mano en el que Reina se hizo enorme ante Lewandowski para negarle el gol. Golpes en el pecho se dio Pepe a sabiendas del paradón que había hecho.
El Villarreal, que quería el balón para activar su habitual juego de toque, no lo encontraba porque enfrente tenía una imagen mejorada de ese juego asociativo. Y porque los de Xavi le añaden una presión tan intensa que no tenían ni medio segundo para pensar. Sólo le quedaba a los de Setién el pase en largo. Una blasfemia para su idea, pero de la que casi saca petróleo Yeremi Pino si no es por Araujo. Qué central tiene el Barça, rápido y contundente.
Con esa seguridad atrás, los azulgrana se pueden permitir el lujo de colocar a sus laterales a presionar en tres cuartos de cancha. Así recuperó Koundé un balón que pasó por Gavi y Raphinha antes de que Pedri y Lewandowski armasen el taco. Una pared en una baldosa dejó al canario solo ante Reina. Tocado por la varita de los dioses del balón, y liberado en esa posición de mediapunta detrás del 9, el mago insular no perdonó.
Estéril reacción
No es cojo este Villarreal. Y lo demostró con un pase de Baena a Morales que dejó al comandante ante Ter Stegen, aunque de espaldas. Se intentó dar la vuelta pero para entonces el balón ya se había escapado de sus dominios. Al menos, y sin que Parejo entrase en juego, ya podían mirar a la cara al Barça, si bien no remataban.
Eso sí lo hacían los catalanes. Con De Jong haciendo del sancionado Busquets... y del mejor Laudrup, habilitó a Lewandowski con un pase por encima de una blandengue defensa. El Pichichi buscó el hueco, pero volvió a encontrarse con Reina.
En pleno intercambio de acciones ofensivas llegó la preocupante lesión de Coquelin, en un intento de robo de balón a Kessié en la que se le dobló la articulación. Los gritos de dolor se escucharon hasta en Francia y dejó fríos a unos y a otros. Fueron muchos los minutos en los que no pasó nada, con un Villarreal sin ideas y con un Barcelona tocando sin profundidad.
Morales, negado
En esas llegó la gran oportunidad de los amarillos. Pedri peinó de cabeza hacia su campo, Koundé no llegó a controlar y Morales se puso a correr como si la vida dependiera de ello para plantarse solo ante Ter Stegen. El alemán cubrió el posible tiro cruzado y dejó un mínimo hueco en su palo. Cuántos goles habrá marcado así el delantero... pero le falló la precisión y el balón tocó la red por el lado que no le servía.
Con algunos ajustes defensivos y otros tantos para el ataque, el Villarreal compareció en la segunda mitad más agresivo, más tensionado. Esto le permitió vivir más cerca del área contraria. Así llegó un pase filtrado que dejaba solo a Yeremi Pino... si no es porque Araujo, otra vez él, estiró la pierna para despejar cuando ya se relamían en La Cerámica. Y así todas con el uruguayo. Todas, todas, todas.
Hubo respuesta inmediata de Lewandowski y Raphinha, más al brasileño, qué mal día, le tocó rematar con la diestra y casi acaba su tiro en el banderín.
El final se iba acercando entre múltiples interrupciones y con un Villarreal que no lograba inquietar a Ter Stegen. Normal con las murallas que construyen en torno a él Araujo y Christensen. No dejaron de intentarlo los groguets, a los que anularon un gol de Chukwueze por fuera de juego, mas lo que no puede ser no puede ser. Ni siquiera acabando el duelo en el área del meta alemán. Así que el Barcelona cumplió su objetivo de ganar, ampliar a 11 la ventaja con el Madrid y de paso volver a dejar su portería imbatida. Hechuras de campeón.
Jugador Flashscore del partido: Araujo (Barcelona)
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