El pasado 5 de abril, justo antes de la eliminatoria de Champions entre el Real Madrid y el Chelsea, el técnico asturiano viajó a Londres junto al agente y amigo Iván De la Peña para entrevistarse con el dueño americano del club de Stamford Bridge, Todd Boehly. Se especuló incluso con la posibilidad de un fichaje inminente para que pudiera sentarse ya en el banquillo del equipo londinense en el partido de ida en el Santiago Bernabéu.
El gijonés salió con buenas sensaciones de la reunión y los indicios eran alentadores ya que, según informó Movistar, un representante del Chelsea, Bruno Saltor, que fue el primero en reemplazar a Graham Potter tras su destitución, habría viajado a Barcelona para establecer un segundo contacto con el asturiano.
El propio Luis Enrique reconoció, en un programa de la cadena SER en Gijón que le encantaría dirigir en la Premier: “Me gustaría ir a Inglaterra a trabajar, ya los sabéis, no lo escondo. He visto mucho fútbol, pero también sigo los partidos de aquí, lógicamente...”
Revés inesperado
Varias fuentes apuntaban a un desenlace positivo de las conversaciones. Sin embargo, según el citado periodista, Boehly ha descartado a Luis Enrique y el principal candidato para sustituir a Frank Lampard, entrenador interino, es Julian Nagelsmann, despedido recientemente del Bayern de Munich, aunque ha aparecido un nuevo candidato en escena: Mauricio Pochettino
El Chelsea tiene que reconstruir su megalómano proyecto y Boehly busca el arquitecto adecuado para llevar adelante esa misión pero esa persona, según la información de Matt Law, no será Luis Enrique Martínez, que deberá seguir esperando la llamada de un proyecto que le motive para volver a los banquillos.