'Raygun', de 36 años, participó en breaking en los Juegos Olímpicos de París, pero su estilo suscitó burlas en redes sociales y sus movimientos provocaron una oleada de comentarios, a menudo hostiles.
Desde entonces, se publicaron una serie de artículos con contenido no verificado cuestionando cómo Gunn había conseguido su plaza para los Juegos Olímpicos.
El Comité Olímpico Australiano decidió tomar cartas en el asunto tras una petición realizada en Change.org, calificando su conducta y actuación como "poco ética".
Esta iniciativa, que cuenta con 47.000 firmas, exige también una disculpa pública de Rachel Raygun.
El organismo de Oceanía la calificó de "vejatoria, engañosa e intimidatoria" y pidió su retirada inmediata.
"La petición contiene numerosas falsedades destinadas a fomentar el odio contra una atleta que fue seleccionada a través de un proceso transparente e independiente", añadió el Comité.
Sus movimientos, de hecho, fueron parodiados por todo el mundo, incluso su decisión de llevar el uniforme oficial de los deportistas olímpicos australianos en vez de ropa urbana como otros competidores.
Pero ella también recibió el apoyo de otros deportistas olímpicos australianos, véase el caso de la piraguista Jess Fox, ganadora de dos medallas de oro.
"La gente se vuelve rápidamente odiosa. Ella no se lo merece", dijo Fox en una televisión de ámbito nacional este miércoles.