La selección española consiguió superar al conjunto de Cristiano Ronaldo, Bernardo Silva y compañía, por la mínima, cuando el partido agonizaba. Los locales se veían en la final a cuatro de la UEFA Nations League, pero el gol de Álvaro Morata, asistido por Nico Williams, provocó un cambio de guion que muchos no esperaban. Lo cierto es que La Roja ya avisaba desde hacía minutos y los de Fernando Santos estaban cada vez más cerca del área propia. El seleccionador nacional, Luis Enrique, comentó en rueda de prensa que lograron "desgastar" a los lusos.
"La culpa de la falta de profundidad en la primera parte fue mía. Le quitamos el balón, pero nos olvidamos de generarle problemas al rival. Creo que he incapacitado a los jugadores para atraverse un poco más. Podemos destacar que quienes salieron desde el banquillo fueron determinantes, pero todos los que han participado han estado a un fantástico nivel", explicó también el técnico tras la victoria por 0-1 ante Portugal.
En parte, a lo que se refiere el asturiano, tanto en lo positivo como en lo negativo, es al elevadísimo número de pases que dieron los suyos en comparación a los del rival. Los visitantes estuvieron muy cerca de llegar a las siete centenas (689), es decir, más del doble respecto al equipo luso (324). Pese a la importantísima diferencia que hubo entre ambas selecciones, España acertó en el 91% de ocasiones, una cifra notablemente superior a la de los vecinos peninsulares (79%).
Superioridad en remates
Si el partido durara 70 minutos, el resumen en lo que a estadísticas se refiere sería otro, pero no es el caso. España, gracias al buen tramo final, logró rematar en 10 ocasiones, cinco de ellas a portería (frente a los nueve en total y cuatro entre palos de Portugal). En cuanto a los córneres, siete para La Roja y cinco para los locales. Por último, respecto a las paradas, igualdad total (cuatro), si bien es cierto que las de Unai Simón fueron mucho más meritorias.
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