La primera regata se decidió antes incluso de dar la salida. A escasos segundos del inicio, los neozelandeses se encontraron en una zona sin viento suficiente para "volar", mientras sus rivales navegaban hacia la primera victoria.
Con condiciones de viento muy ligeras, el barco "no consiguió recuperar suficiente velocidad para despegar de nuevo", comentó tras la derrota el neozelandés Peter Burling.
Finalmente, llegaron 1 minuto y 18 segundos después que el Ineos Britannia, la diferencia más amplia desde el inicio de la serie. Los Kiwis lamentaron "un error" de maniobra en la fase de presalida.
La segunda regata fue mucho más disputada, en la que los británicos volvieron a imponerse gracias a una mejor salida, en la que tomaron unos 200 metros de ventaja que ya no pudieron remontar los rivales, pese a recortar en los metros finales y entrar a siete segundos del ganador.
"Es un gran resultado para el equipo (...) cada día seguimos mejorando, pero queda aún un largo camino por recorrer", declaró el inglés Ben Ainslie, quien en 2013 ya protagonizó una gran remontada, entonces a los mandos del Oracle estadounidense, que tras ir perdiendo 8-1 frente a Nueva Zelanda, acabó llevándose la copa por 9-8.
Hasta el hoy, los neozelandeses habían dado una demostración de fuerza en la serie por la Copa América. El lunes, su AC75 rojo y negro ganó la cuarta prueba consecutiva contra Ineos Britannia.
Doble vigente campeón, Nueva Zelanda está a tan sólo tres victorias más de hacerse con su tercera jarra plateada en otras tantas ediciones consecutivas, algo únicamente logrado por última vez por los estadounidenses (1987, 1988, 1992).
Los británicos no accedían a una final desde 1964 y nunca han ganado el título. El dominio de Nueva Zelanda arrancó en 2017, con una aplastante victoria por 7-1 contra los estadounidenses de Oracle.
Las dos próximas regatas se disputarán el viernes a partir de las 14.00 horas.