No fue un sábado feliz para el hockey sobre patines portugués. Y la culpa la tuvo España. Primero, porque la selección masculina acabó con la lusa en semifinales del Mundial. Y segundo, porque la femenina rompió las ilusiones de las otras ibéricas derrotándolas una vez más, y van...
No fue precisamente una sensación de déjà-vu respecto a la final de hace ocho años, ya que Portugal sufrió para batir a la portera española, algo que sí hizo en dos ocasiones en la derrota por 3-2 de 2016.
El comienzo del partido no fue bien para el equipo entrenado por Hélder Antunes, pero la selección portuguesa acabó ganando confianza una vez que dispuso de varias ocasiones ante la portería española.
Anna Ferrer impidió que Joana Teixeira y Leonor Coelho marcaran, pero Cláudia Vicente también estuvo muy acertada en la portería portuguesa. Sin embargo, cerca del descanso, Aina Florenza fue detenida en el área portuguesa y Sara Roces (24') dio la ventaja al equipo español.
Si la primera parte no fue fácil para el equipo portugués, la segunda fue aún más complicada, sobre todo después de que María Sanjurjo (26') hiciera el 0-2 prácticamente en la primera jugada tras el descanso, en una acción muy afortunada cerca de la portería.
En desventaja, Portugal dejó claro lo difícil que era llegar a la portería española y, pese a la insistencia de Hélder Antunes, que les recordó que un gol bastaba para relanzar la final, las portuguesas no lograron inquietar a Anna Ferrer, al contrario de lo que habían hecho en la primera parte.
Portugal dejó escapar una vez más la oportunidad de conquistar la primera Copa del Mundo femenina de hockey sobre patines, mientras que España se alejó en la lista de los cinco países que han ganado el título al imponerse por octava vez, dos veces más que Argentina.