James Rodríguez e Isco, dos descartes del Real Madrid que hoy están sin equipo
Una de las bases del éxito del Real Madrid de Zinedine Zidane fue la variabilidad que el francés encontraba en el banquillo. En caso de necesitar soluciones ofensivas, Álvaro Morata (31) marcaba. Si por el contrario le urgía equilibrio y contención, Kovacic (28) era el indicado. En caso de enfrentarse a un rival defensivo, con pocos espacios y con una última línea estructurada James Rodríguez (31) e Isco (30) eran las mejores opciones.
El colombiano, bota de oro con su selección en Brasil 2014, nunca se ganó la confianza de Zidane, que prefirió incluso a jugadores como Mariano (29) en su posición. Isco vivió una situación similar. Importante en algunos partidos decisivos -como en las finales de Cardiff o de Kiev-, el malagueño rendía como una montaña rusa: a veces era figura pero en otros encuentros imperceptible. Dejaba fintas y golazos en una noche contra la Roma en Champions para después desaparecer en Liga el fin de semana.
Rodríguez fue, junto con Álvaro Morata, uno de los primeros suplentes que se aventuró a probar suerte en un nuevo destino. En Múnich, de la mano de Heynckes, encontró una dosis de confianza que le transformó, por momentos, en una herramienta ofensiva brillante.
En su primera campaña con la camiseta del Bayern marcó 8 goles y dejó 14 asistencias. Fue titular y, de la mano de Muller (33) y de Lewandowski (35) hizo del ataque bávaro un punto de inflexión en la Bundesliga.
En su segunda campaña revivió viejos fantasmas. Su nivel cayó en picada con la salida de Heynckes y la llegada de Kovac. Un enfrentamiento con el entrenador alemán tensó la relación. Al final de la temporada, el Bayern pretendía hacerse con los servicios del colombiano -se encontraba en condición de préstamo-. Rodríguez, sin embargo, le solicitó a la directiva que no ejerciera la opción argumentando la dificultad del idioma y del clima alemán.
El jugador regresó al Real Madrid, en donde se enfrentó a un año para el olvido. Tan solo disputó 14 partidos, marcó un gol y aportó una asistencia. Sus números le impulsaron a buscar un cambio y recaló al Everton, dirigido en ese entonces por Ancelotti.
El club de Liverpool le ofreció un contrato de dos años que el colombiano no cumplió. Participó en 26 encuentros, marcó seis goles y ofreció nueve asistencias. Su futuro se truncó cuando Rafa Benítez -con quien ya había tenido roces en el Real Madrid- fue contratado como nuevo dt toffee. El español prescindió de los servicios del cafetero, que terminó fichando por el Al-Rayyan de Catar tras no presentar ninguna oferta formal de un equipo europeo. Un rumor, en su momomento, le vinculó con el AC Milan. Al parecer, Paolo Madini revisó la condición física de Rodríguez y se decantó por no contratarle.
De Catar pasó a Grecia. En el Olympiacos había dado con algo de regularidad -jugó 19 partidos, marcó 5 goles y aportó 6 asistencias- hasta que volvió a discutir con su entrenador y decidió rescindir su contrato de mutuo acuerdo con el club.
Isco, otro talento que espera una oferta
El caso de Isco es menos dramático que el de Rodríguez. El malagueño, galardonado con el Golden Boy en el 2011, empezó a perder protagonismo en el Real Madrid en la segunda etapa de Zidane como entrenador merengue. El “Triángulo de las Bermudas” merengue redujo sus opciones. Toni Kroos (33), Casemiro (31) y Luka Modric (37) se adueñaron del mediocampo. Después, la figura de Federico Valverde (25) emergió como una de las grandes promesas.
Camavinga (20) fue fichado como una alternativa por poco más de 50 millones de euros. Asensio (25) en algunos partidos jugaba como centrocampista para darle descanso a Kroos o a Modric.
Isco veía el final de su etapa como madridista cerca y el Sevilla apareció en el momento preciso. El cuadro andaluz fichó al virtuoso centrocampista por dos temporadas, ofreciéndole un salario menor que el que devengaba en el Real Madrid.
El jugador llegó al Sánchez Pizjuán bajo la tutela de Julen Lopetegui, el entrenador que sacó su máximo rendimiento tanto en la selección española como en el Real Madrid. En Sevilla, sin embargo, la falta de preparación física, la inconsistencia y el mal momento del club no le permitieron a Isco dar con su mejor versión y, después de una discusión interna con Monchi, terminó su etapa como hispalense.
Isco estuvo cerca de fichar por el Unión Berlín. El equipo alemán no llegó a un acuerdo económico con el centrocampista que, desde ese entonces, vive en medio de rumores de fichajes que le vinculan con la MLS o el fútbol turco.
James Rodríguez e Isco son, en resumen, dos enganches con una técnica envidiable que han tomado una serie de decisiones que frenaron su desarrollo deportivo. De momento, los deportistas tendrán que esperar hasta junio para firmar con un equipo europeo o, en su defecto, cambiar de aires a Sudamérica o a Estados Unidos para encontrar regularidad.