El Atlético deja con vida al Celtic y se complica la Champions (2-2)
Con la melodía cantada a capela del You'll Never Walk Alone aún en la mente, los jugadores del Celtic salieron a mil revoluciones, como si no hubiera no ya un mañana sino una segunda mitad.
A los tres minutos ya ganaban 1-0. Furuhashi inició la acción en la derecha, O'Riley le dio continuidad, y el japonés, previa siesta de Javi Galán y de Hermoso, remachó en las narices de Oblak.
No hay peor comienzo en Champions que éste. La defensa de los de Simeone hacía aguas, especialmente por la izquierda. Lo que aportaba Galán en profundidad ofensiva lo perdía con creces atrás, donde creaba un pasillo que Maeda aprovechaba de maravilla.
Por suerte para el Atleti, cuenta con Griezmann. El francés retrasó su posición para iniciar los ataques y dar claridad a las acciones. Porque si había que esperar a Koke y a Saúl para ello... Así fue creciendo un poco el equipo y se encontró con un penalti a favor que el mismo Grizzi lanzó, que rechazó Hart, que tocó en el palo y que le llegó de nuevo al Principito para, ahora sí, marcar a puerta vacía.
El gozo en un pozo
Parecía que eso podía tranquilizar a los rojiblancos... pero a los tres minutos, Maeda centró sin que los defensas lograsen despejar, el balón le llegó a Palma, que recibió sin oposición, y el hondureño se inventó un derechazo con el empeine que se coló como un misil. 2-1 y vuelta a sufrir.
Simeone se hartó en el descanso de Galán y de Saúl, probó de nuevo la solución de Riquelme como carrilero zurdo y se acordó de Llorente. Y éste no le defraudó. En una conducción plena de potencia y velocidad sacó un centro al segundo palo que Morata hizo aún más bueno lanzándose en plancha para rematar al lado opuesto de Hart y colocar el 2-2. Ya llovía menos.
El favor de Rodgers... y el fuego amigo de De Paul
A pesar del empate, el Celtic seguía poniendo en apuros al Atleti con un despliegue físico envidiable. Sin embargo, el técnico local decidió cambiar de sistema, a un dibujo con tres centrales, colocándose la venda antes de la herida. Fue gloria bendita. Desaparecieron Maeda y Taylor por las bandas y los colchoneros, sin tantas preocupaciones defensivas, se hicieron dueños del balón y de los espacios.
Correa fue quien más cerca estuvo de marcar... hasta que De Paul fue expulsado por doble amarilla. Se la jugó el argentino y le salió cruz. Tocaba nuevamente proteger el marco. Y lo hicieron para, al menos, salvar un punto y no complicarse más la vida en la Champions en un grupo tan apretado como éste.
Jugador Flashscore del partido: Griezmann (Atlético de Madrid).
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