Centro de datos del Manchester City-Barcelona
Desde el 20 de abril no perdía un partido el Barcelona. Fue ante otro equipo inglés, el Chelsea, en la ida de las semifinales de la Champions. A partir de ahí, ni un solo tropiezo, ni un solo empate. Todo lo jugado, en amistosos y en competiciones oficiales, ganado. Sin notarse el cambio de ciclo en el banquillo y la llegada de Pere Romeu.
Pero en el estreno europeo, en el comienzo de la defensa de la corona, las culés encontraron la horma de su zapato en un Manchester City más físico, más vertical y más efectivo. Y eso que la primera llegada fue azulgrana, con un remate al palo de Graham Hansen. Desde ahí, asedio de las cityzens con una presión fantásticamente ejecutada y oportunidades mil para abrir el marcador. La mejor, un disparo al palo de Hemp.
Pudo el Barça sacudirse ese hostigamiento gracias a un error rival al ceder una bola hacia su portera, pero apareció en la línea de gol la internacional española Laia Aleixandri para evitar el tanto de la azulgrana Pajor. Un oasis. Enseguida las inglesas vieron a preparar una ofensiva ya letal. Cata Coll salvó un tanto cantado de Miedema, pero en la siguiente acción falló en la salida al segundo palo y el balón terminó siendo empujado por Layzell para poner el 1-0.
Lo positivo para el Barça es que la zaga mancuniana mostraba agujeros ideales para las asistencias de Aitana Bonmatí. Lo negativo, que Graham no estaba fina en el remate. Al menos, de cara a la segunda mitad, aprendieron de los errores, adelantaron líneas y ajustaron la presión para vivir en el área de Yamashita.
Tuvieron Putellas, Claudia Pina y Bonmatí el empate en sus botas, pero no había forma. Y lo terminaron pagando cruelmente cuando mejor y más volcadas estaban. En una contra, Layzell envió una balón al espacio para que Shaw, tras regatear a Coll, anotara el 2-0.
Aún quedaba un cuarto de hora, pero ya no hubo reacción y el Barça hincó la rodilla por primera vez en casi medio año.
Jugadora Flashscore del partido: Layzell (Manchester City).