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Fútbol colombiano 2024: ilusión, ganas, sufrimiento y derrotas

Flashscore
James Rodríguez
James RodríguezAFP
Las selecciones masculina y femenina dieron la pelea pero se quedaron a las puertas de los reconocimientos.

El fútbol, sin duda, es un deporte que suele dejar más tristezas que alegrías. Los años exitosos suelen ser cortos y los irregulares, las caídas y el cierre de los procesos prolongados. 

Colombia es un país que ha pasado por las dos sensaciones: la alegría de ganarle por 0-5 a Argentina en Buenos Aires; la tristeza de ser eliminados en las primeras de cambio de EEUU 1994. El asesinato de Andrés Escobar. El fin de la era de Maturana (la primera) sin un trofeo. Con buen juego, sí, pero sin un título que exhibir en las vitrinas. 

En la actualidad, Colombia, la subcampeona de América, volvió a pasar del cielo a la tierra. Los jugadores, el cuerpo técnico y la afición celebraron en grande la clasificación para la final de la Copa América. Vencer a Uruguay (en especial de la forma como se hizo, dominando y con un gran nivel) sembró ilusión en todo un país que se quedó a las puertas de sentir una alegría mayor. Un solitario gol de Lautaro Martínez fue suficiente para que Argentina levantara su segunda Copa consecutiva. Sin Messi (lesionado) y con una plantilla llena de dudas, la albiceleste superó a Colombia y dejó a los cafeteros muy cerca de un título que les es esquivo desde 2001.

Los últimos partidos de Colombia
Los últimos partidos de ColombiaFlashscore

La derrota con Argentina es un flashback, un recuerdo muy doloroso que saca de nuevo la épica frase de Maturana que puede reflejar la psicología nacional “perder es ganar un poco”. Se perdió contra la campeona del mundo, sí. Se hizo partido y se generaron oportunidades, también. Se soñó hasta el último instante con dominar, con dar la vuelta y con ser protagonistas pero… faltó un céntimo… faltó un poco… faltó lo de siempre… ganar. 

 Una caída olímpica

La suerte en el fútbol femenino no ha sido ajena a las caídas. El rendimiento de la selección en los Juegos Olímpicos de París 2024 no fue suficiente. Colombia, que empezó ganando el partido de cuartos de final contra España (y llegó a tener una ventaja de 2-0), dejó escapar de sus manos una posibilidad enorme de meterse en la pelea por las medallas. España remontó y se clasificó para las semifinales vía penaltis. Allí, ‘La Roja’ fue apabullada por una Brasil muy superior. 

Las opiniones sobre el rendimiento de ambos planteles son divididas: de un lado, existe un sector de la prensa que defiende lo conseguido en 2024. Del otro, se perfila un sector más exigente que califica de “fracaso” lo ocurrido en el año. Es difícil calificar el nivel de las selecciones. Clasificar a una final de Copa América no es negativo. Quedarse a las puertas del título duele y mucho. La selección femenina, de otra parte, fue irregular en los Juegos Olímpicos y dejó escapar un partido que tuvo manejado hasta el 79’. 

Perder no es ganar un poco. Perder es extender una mentalidad, una psicología que lleva implícita en la cultura colombiana desde hace mucho tiempo. Luchar por títulos, después de lo evidenciado en 2024, debería ser la tarea para los próximos años. Empezar a pensar en un relevo para James Rodríguez sería una labor secundaria.