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Tras su primera victoria en una eliminatoria de la CAN contra Guinea Ecuatorial en octavos de final, los hombres de Kaba Diawara sabían que necesitaban otra exhibición de fuerza contra la República Democrática del Congo.
La primera parte se jugó a un ritmo frenético y, después de que Yoane Wissa desperdiciara una gran ocasión inicial para los Leopardos, se concedió a Guinea un polémico penalti tras un empujón de Chancel Mbemba sobre Mohamed Bayo. Después de marcar el gol de la victoria en la ronda anterior, Bayo se dirigió al punto de penalti y Lionel Mpasi se lanzó en la dirección equivocada, abriendo el marcador para Guinea en el minuto 20.
Para enmendar su error, Mbemba, ex central del Oporto, respondió rápidamente siete minutos después con un potente disparo a la escuadra de Arthur Masuaku en el minuto 27. La RD del Congo estuvo a punto de adelantarse cuando Cédric Bakambu chutó desviado tras un pase de Masuaku.
Los Leopardos mantuvieron el ímpetu al comienzo de la segunda parte, y la presión se vio debidamente recompensada poco después de la hora de juego, cuando una carrera de Silas fue detenida por Julian Jeanvier en el área. Wissa asumió la responsabilidad desde los once metros y envió el penalti a la esquina inferior izquierda, dando a la RD del Congo una ligera ventaja de cara a los últimos 20 minutos.
Guinea trató de mantener el mismo espíritu que le inspiró en la victoria tardía ante Guinea Ecuatorial, pero fueron los congoleños quienes celebraron el tercer gol a ocho minutos del final, cuando el influyente Masuaku marcó un precioso lanzamiento de falta lejano que engañó a Ibrahim Koné en el último momento.
Estos minutos de brillantez acabaron con cualquier esperanza de remontada guineana, lo que permitió a la RD del Congo imponerse en los últimos minutos y asegurar su pase a semifinales de la competición por primera vez desde 2015.
