Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

El Rennes quiere aguar la fiesta del PSG mientras que Luis Enrique aspira al triplete

Pablo Gallego
Kylian Mbappé y Désiré Doué durante el partido de L1 entre el PSG y el Stade Rennais.
Kylian Mbappé y Désiré Doué durante el partido de L1 entre el PSG y el Stade Rennais. AFP
¿Quién, el PSG o el Stade Rennais, acompañará al Olympique Lyonnais en la final de la Copa de Francia, el 25 de mayo en el Estadio Pierre-Mauroy? Los dos equipos se enfrentan en el Parque de los Príncipes este miércoles por la noche (21:10), cada uno con su propio objetivo.

Es un encuentro emocionante y prometedor. El PSG quiere seguir en el camino hacia el ansiado triplete pero se topa con dos impedimentos. Primero: la guerra interna de egos. Segundo, el Stade Rennais, que pese a su decepcionante actuación del fin de semana en Ligue 1, se dispone a darlo todo para clasificarse para la final de la Copa de Francia.

¿Hacia el triplete?

Para el PSG, de momento, sólo hay un objetivo: el triplete. Nunca antes los parisinos habían estado tan cerca de conseguirlo. Líderes de la liga con un colchón más que cómodo, los hombres de Luis Enrique se encuentran en la mejor posición posible para alcanzar otra final de la Copa de Francia: la dinámica es perfecta, su rival acaba de perder en liga y los jugadores podrán contar con su afición para ayudarles a clasificarse.

Sin duda, jugar una semifinal es un gran estímulo por el prestigio de la competición, pero también porque la final está muy cerca", admitió el español en D-1. Es un aliciente muy potente, y es más que suficiente para ver una versión muy buena de nuestro equipo".

Más allá de una gesta del Rennes -si logra clasificarse-, no alcanzar la final sería un revés para el París Saint-Germain. Como recordatorio, en su último enfrentamiento en L1, los parisinos empataron en las postrimerías del partido. Sin embargo, Luis Enrique prefirió relativizar: "En L1, empatamos a pesar de haber creado 15 ocasiones. Es un equipo bien organizado defensivamente. Recordamos el 1-1, pero tuvimos 15 ocasiones para marcar...".

La cuestión ahora es cómo tratará Luis Enrique a Mbappé en este partido crucial. El domingo, mientras su equipo ganaba, el francés antepuso su caso personal a la felicidad del equipo, que había ganado con diez hombres contra once (0-2) en el Vélodrome. El español acertó, además, ya que Gonçalo Ramos marcó el gol de la victoria. " Siempre es la misma música, es muy aburrido, yo soy el entrenador y tomo las decisiones", declaró a Prime Video tras el Clásico.

¿Tomará una decisión similar este miércoles por la noche? ¿O jugará el capitán del PSG todo el partido, teniendo en cuenta lo que está en juego? Me encantaría que acabase bien para el PSG y de una forma maravillosa también para Kylian (Mbappé). Todos estamos en la misma situación, buscamos el éxito". Con estas bonitas palabras del asturiano, se espera que Kylian Mbappé se tome un descanso. Nos vemos a las 21:10.

Crear una hazaña y empezar con buen pie el segundo mandato de Stéphan

De un "partido fallido" contra el Estrasburgo a aspirar a una hazaña en el Parque de los Príncipes, ¿es posible la misión para los bretones? ¿Es la derrota una mala señal de cara a lo que promete ser una semana difícil y crucial para el Stade Rennais?

Aunque el partido contra los alsacianos haya sido "el menos exitoso" desde la llegada del técnico francés al banquillo, no hay que olvidar "todo lo que se ha conseguido en los últimos meses". Muy a menudo, perder un partido antes de un momento crucial de la temporada puede tener consecuencias positivas. El Stade Rennais consiguió desestabilizar al PSG en su feudo de la Ligue 1 a finales de febrero, yendo por delante desde el minuto 33ᵉ hasta el penalti -discutible- de Kylian Mbappé en el 97ᵉ.

"Ha sido una chapuza para nosotros, hacía mucho tiempo que no nos pasaba, tenemos que reaccionar rápido. Ante los bloqueos bajos, está muy claro que tenemos que mejorar", declaró Julien Stéphan en la rueda de prensa posterior al partido contra el Estrasburgo (2-0). Contra el París, el Rennes podrá jugar de nuevo con sus armas, es decir, ser el equipo que se posiciona más abajo para poder jugar en transición rápida.

Puede que el Stade Rennais no sea el equipo más espectacular de la liga francesa, pero sí uno de los más sofisticados tácticamente. Un 4-4-2 bien organizado, que mantiene cierta solidez defensiva, y con jugadores con balón que pueden proyectarse rápidamente hacia delante. El plan funcionó cuando Amine Gouri superó a la defensa parisina en Le Parc, en la primera división francesa, aunque al final no se consiguiera la hazaña.

Este miércoles, el Rennes tendrá que hacer el mismo tipo de juego, y esperar poder aguantar los 90 minutos. Eliminando al París, Rennes y Stéphan podrían lanzar su nueva historia de amor de la mejor manera posible: intentando ganar la cuarta Copa de Francia de la historia del club bretón el sábado 25 de mayo.