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Francia: un gol generado, dudas y una semifinal en la que Deschamps buscará la perfección

Rafael Gomez
Francia celebra su clasificación
Francia celebra su clasificación AFP
Los galos superaron a Portugal vía penaltis. Mbappé pidió ser sustituido por cansancio. Joao Félix estrelló un cobro contra el palo.

Francia es un país tan exigente que no se ha celebrado por todo lo alto la clasificación de 'Les blues' a la semifinal de la Eurocopa. Vía penaltis y con un sufrimiento extremo en el que destacó Magnian, guardameta del AC Milan, los galos se metieron entre los cuatro mejores de la Euro, destacando, en especial, por su solvencia defensiva y por su capacidad para potencia transiciones defensa-ataque. 

La falta de satisfacción de un sector de los aficionados franceses es originada por el estilo de juego que ha implementado Didier Deschamps en lo que va de la Eurocopa. El campeón del Mundo, lejos de reflejar un sistema atractivo como el de Rusia 2018, ha potenciado el orden de la última línea, la generación de contragolpes y la movilidad de sus atacantes en acciones directas que no terminan de convencer. 

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Maignan, uno de los héroes del torneo

El dato más interesante que ofrece la participación de Francia en la Eurocopa es relacionado con el gol: no han convertido uno vía jugada. El único, un penalti ejecutado por Mbappé y dos en propia puerta ante Bélgica y Austria. Frente a Portugal, las opciones ofensivas fueron reducidas. Sin embargo, en defensa el equipo responde. Así como Francia no antoa goles colectivos, tampoco los recibe. 

La fortaleza defensiva de Francia ocurre gracias a la estructura de su última línea: Saliba, uno de los zagueros más en forma de la Premier, es una de las figuras de la Eurocopa. Koundé y Theo Hernández son dos laterales con un salida y Upamencano despeja con 'Les Blues' las dudas que deja su función en el Bayern. 

La portería, asimismo, está protegido por Maignan, guardameta del AC Milan que realizó dos intervenciones sensacionales en los cuartos de final contra Portugal: una a Bruno Fernandes y la otra un disparo potente de Bernardo Silva. 

En el mediocampo, por otra parte, sobresalen jugadores con potencia física como Kanté o Tchouamení que le ofrecen equilibrio a Deschamps. Griezmann conduce. Mbappé y Dembélé desbordan y enloquecen a los defensas rivales. 

Con poco juego, Francia ha demostrado ser un equipo tan peligroso que ya está entre los cuatro mejores de Europa. En Catar tampoco resaltó por su estilo colectivo y, salvo en la final, Mbappé apagó su fuego. Sin embargo, así, con dudas y con críticas encima, Deschamps estuvo a un remate (atajado por el 'Dibu' Martínez) de ganar una nueva Copa del Mundo.