¡Caramba! Esperábamos verticalidad, juego ofensivo y goles con dos equipos que, cada uno con su estilo, uno más directo y el otro más elaborado, prometían espectáculo del bueno. Pero no tan rápido. 

Un minuto es lo que tardamos en ver el primer gol, obra de Berenguer tras un grosero error de Aleix García, quien regaló el balón a su rival en una salida desde la banda. El rojiblanco, tras controlar en la frontal y amagar a Arnau, armó su zurda para sorprender a Gazzaniga. 

Cuando el Girona aún no se había recuperado del mazazo, una pared entre Ibai y Williams a punto estuvo de darle al Athletic el segundo. Y poco después, otra vez el internacional ghanés, combinando con Guruzeta, perdonó el tanto con su remate al aire. 

Fue ahí cuando por fin los de Míchel, aún en la grada sancionado, se asomaron a los dominios de Unai Simón con un disparo de Tsygankov que envió a córner el meta. Pero aunque los catalanes comenzaron a sobar la bola e ir ganando terreno, en realidad fue una trampa casi mortal. Los bilbainos esperaban agazapados el momento para morder en la presión y salir como leones hambrientos hacia la portería. En esas, otra vez Iñaki Williams rozó el gol, pero esta vez fue la madera la que lo evitó. 

Al descanso se llegó con ese 1-0 porque Gazzaniga detuvo otro remate, ¿otro?, del mayor de los Williams, éste de cabeza a centro de Yuri. Para tirarse de los pelos viendo la exigua ventaja con la que afrontaban la segunda mitad.

Los errores se pagan caros

Porque ese corto resultado era un arma peligrosa ante un rival con tanto poderío ofensivo. Fue reanudarse el encuentro y lo demostraron. Primero, avisó Savinho, que por fin compareció. Fue lo único que hizo. Anda despistado desde su fichaje por el City. Despejó Simón con el pie. E inmediatamente después, en el 49', Tsygankov se adelantó a todos en el área chica para empatar el partido. Media llegada, un gol. 

Pero el Athletic tiene más encaje que Topuria. Da igual que le puedan dar un fuerte golpe, sigue a lo suyo como martillo pilón. Sólo siete minutos minutos después, Guruzeta le robó la cartera a Miguel en un clamoroso error del lateral y vio la llegada de Berenguer, quien volvió a dar buena muestra de su oportunismo.

Y lejos de conformarse, en el 59', Iñaki Williams por fin vio fruto a su brega para anotar el 3-1 aprovechando la dimisión de Juanpe en un despeje y la fragilidad de Miguel en el cuerpo a cuerpo. 

El Girona volvía a dar muestras de flaqueza defensiva, como le ocurrió en el Bernabéu. Aunque lejos de desanimarse, y aunque el Athletic volvió a gozar de clarísimas ocasiones para firmar un cuarto gol, se las apañó para recortar distancias a falta de un cuarto de hora. Eric García acertó a meter la cabeza para rematar una falta lateral y darle emoción al asunto con el 3-2. 

Susto en la grada

Los ánimos se enfriaron cuando el encuentro tuvo que detenerse por un problema de salud de un aficionado en la grada. Por fortuna, tras ser atendido, pudo reanudarse el partido con un Girona más metido y aún con opciones de arañar, al menos, un punto. 

No sería por oportunidades. Dovbyk dispuso de una de cerca, pero su remate acabó en córner. A Savinho le ganó el mano a mano Unai Simón, cuyo rechace llegó a Solís, que remató sin portero... hasta que apareció Vivian bajo palos para jugarse la cabeza y evitar el gol. Tiempo hubo, alguna aproximación más también, pero ya el marcador fue inamovible dando los tres puntos al Athletic y desinflando el globo de un Girona muy penalizado por sus propios errores.

Jugador Flashscore del partido: Álex Berenguer (Athletic de Bilbao).