Inauguración de la estatua de José Ángel Iribar (presente sobre el terreno de juego), saque de honor de Jon Rahm, partido de las leyendas del club contra las viejas glorias del Oporto -primer rival europeo allá por 1956-... El sábado contaba con un sinfín de alicientes para antes y después de la cita contra el Atlético de Madrid, que llegaba a San Mamés dispuesto a amargar la fiesta más especial. "Un día 100% rojiblanco", exponían los leones en su página web. Y así fue.
Por un motivo o por otro, el Athletic salió con más ímpetu de lo habitual. Y ya es decir. Puro rock and roll futbolístico. Gorka Guruzeta probó a Jan Oblak a los cuatro minutos, Iñaki Williams mandó el balón al palo y su hermano desperdició un fantástico mano a mano después. Todo esto llegó antes de que se alcanzara la media hora de juego. El fulgurante arranque activó por completo a una afición que necesita pocos incentivos para empujar a los suyos.
Intentos por doquier
Entretanto, Antoine Griezmann se animaba desde fuera del área con un tímido disparo que no tuvo la esperada respuesta por parte de Unai Simón. El internacional español mostró algunas dudas y se mostró insegura a la hora de atrapar el cuero o rechazarlo de forma contundente. Si algún seguidor colchonero pensaba que aquello podía acabar con el dominio local, desde luego que se equivocaba, ya que los visitantes no volvieron a amenazar hasta la segunda mitad.
El guion estuvo cerca de cambiar allá por el minuto 36, cuando Nico Williams, que luego topó con la madera, recibió la falta de Çağlar Söyüncü dentro del área. El turco tomó la peor de las decisiones porque Axel Witsel ya acudía a la ayuda. Era tarde. Zancadilla y penalti. Oihan Sancet, que asumió la responsabilidad, quiso ajustarla tanto que la mandó directamente a la grada. Desazón e impotencia. Vendaval sin premio. El Atleti, vivo.
Un 'cumpleaños' feliz
Diego Pablo Simeone dio entrada a Rodrigo de Paul, que vio una tarjeta amarilla nada más entrar, y a José María Giménez. Esa doble modificación no impidió la diana de Guruzeta, quien aprovechó un soberbio pase filtrado de Ander Herrera. Qué mejor forma de empezar el segundo acto, lo que resultó toda una condena para los de la capital, muy superados desde el comienzo. Luego, para sorpresa de muchos, Griezmann salió sustituido.
La fiesta fue completa tras la obra de arte que protagonizó Nico en el 63', cuando encontró el hueco pese a tener a dos oponentes enfrente. Ejecutó un disparo sublime a la escuadra y la temperatura creció en el estadio. Iñaki, por su parte, buscaba también el gol de la sentencia con un remate que frenó de nuevo el bueno de Oblak, desesperado ante el aluvión de llegadas. Sólo Marcos Llorente y Samuel Lino, ambos por banda, creaban peligro.
Aunque los visitantes incomodaron de forma puntual a Simón y compañía, especialmente cuando los locales acusaron la fatiga tras un ofrecer un ritmo vertiginoso, el triunfo se quedó en casa. Este año más que nunca, Europa es una posibilidad muy real para los pupilos de Valverde, que no pierden desde la visita al Barcelona. Y ya han pasado casi dos meses desde aquel ajustado encuentro que se resolvió en el tramo decisivo (por medio de Marc Guiu).
Jugador Flashscore del choque: Nico Williams.
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