El Barça visita el Benito Villamarín en medio de dudas y con Xavi bajo amenaza
Ganar no es sinónimo de alegría en Barcelona. Al menos no por el momento. Desde el domingo pasado, cuando los blaugranas cayeron goleados por 4-1 en manos del Real Madrid en la final de la Supercopa de España, sólo una palabra ronda el entorno culé: amenaza.
Xavi, un entrenador que recuperó al Barça de una de sus peores etapas de su historia reciente (con un título de Liga y otro de Supercopa incluidos) pasó de ser héroe a villano en menos de seis meses. La realidad es contundente y cruel. El Barça, que disfrutaba de un gran manejo defensivo en la pasada temporada, sufre en defensa. El ataque, que gozaba de un Lewandowski en plena forma, ve como al polaco se le escapan los goles. El mediocampo, que sacaba el máximo provecho de la circulación creada por Pedri y Gavi, ha perdido al andaluz para lo que queda de campaña.
En frente, el Barça tendrá a un Real Betis que necesita sumar. La temporada de los béticos no es mala. Sin embargo, el equipo ha cedido algunos partidos, lo que lo ha llevado a alejarse un poco de las posibilidades de clasificarse para la UEFA Champions League. Los verdiblancos son 9º de LaLiga, con 31 puntos, a 1 de la Conferece y a 4 de la Europa League.
Los béticos, de hecho, llegan al encuentro con una noticia dolorosa para los aficionados: Andrés Guardado, un jugador que se ganó el cariño de la hinchada, ha decidido finalizar su etapa en el Benito Villamarín para regresar a su país, México, en donde fichó por el Club León.
El Barça, de momento, no presenta ninguna noticia en el mercado de fichajes más allá de la incorporación de Vitor Roque, quien aún no ha sido titular.