Hansi Flick se ha caracterizado por ser un entrenador conservador con ideas fijas. Su Bayern era una máquina física, un equipo incansable que presionaba y asfixiaba al contrario durante los 90 minutos de un partido. En Alemania intentó, sin éxito, implementar un sistema similar. Su paso por la Mannschaft fue breve y se terminó con más dudas que respuestas para después tomar las riendas de un FC Barcelona que, hasta ahora, vuela como un cohete.
Entre los ideales conservadores de Flick, además de los tácticos, destaca la permanencia de las figuras, piezas clave o referentes de su sistema en las alineaciones. Lewandowski, en el Bayern, junto con Neuer o Kimmich fueron jugadores esenciales en su proceso. En Barcelona, se reflejan tres nombres que se han puesto el equipo al hombro en el amanecer de la temporada: Raphinha, Lewandowski y Jules Koundé.
El francés recibió elogios por parte del entrenador alemán en la antesala del encuentro contra Osasuna. "Dile a él que descanse... nunca había tenido un jugador así antes. Después del partido, quiere entrenar en el campo. Siempre. Se cuida muchísimo. No es normal. No es habitual su actitud, pero es muy buena", agregó Flick.
En la pasada temporada, bajo la tutela de Xavi Hernández, Koundé fue el jugador con más minutos con el Barça, seguido por Gundogan, hoy en el City. En el presente curso, todo apunta a que el francés será de nuevo uno de los integrantes de la plantilla con más recorrido y minutos. Su potencia física le brinda la alternativa de ser veloz en las transiciones y, además, también es efectivo a la hora de subir al ataque.