Leganés y Valencia empatan a aburrimiento (0-0)

César Suárez

Juan Cruz, sujetado en falta por YarekGonzalo Arroyo Moreno / GETTY IMAGES EUROPE / Getty Images via AFP

El Leganés y el Valencia han demostrado en Butarque por qué se encuentran en la zona baja de la clasificación. Sin capacidad ofensiva, sin fuego real, sin disparos a puerta es casi imposible ganar partidos. Sólo al final encontraron el camino, mas ya era tarde. Pepineros y ches prefirieron mantener su orden sin arriesgar en exceso, lo que provocó un choque sin apenas ocasiones de gol. Peor le sabrá a los visitantes, que se irán al parón en descenso.

CENTRO DE DATOS DEL LEGANÉS-VALENCIA

Cuando la necesidad aprieta, lo que le ocurre más al Valencia que a un recién ascendido, es normal hacer cambios y no discutir los esfuerzos. Aunque eso conlleve un desgaste que luego puede pasar factura. Entraron los de Baraja a Butarque a 200 por hora, presionando intensamente a 80 metros de su meta, intentando ahogar todas las salidas del contrario, especialmente cuando era Juan Cruz quien entraba en acción. Le sirvió, con defensa de cinco, para alejar el juego de su portería, pero no le dio, porque no está sobrado de calidad arriba, para generar ocasiones. Baste como ejemplo un centro de Foulquier desde la línea de fondo con... la tibia.

El Leganés, sin perder su orden táctico, tampoco escatimó esfuerzos para correr. Pero los centros a Haller se perdían entre los tres centrales, y alguna conducción de Cruz acabó con el argentino-malagueño en el suelo, cazado por tres rivales a la vez. Sin contemplaciones y sin amarillas, para disgusto local. Y sin ocasiones que llevarnos a la boca antes de llegar al descanso con el merecido 0-0.

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Hubo que esperar un cuarto de hora tras la reanudación para dejar atrás los bostezos. Primero, con un centro de Javi Hernández al área pequeña que desbarató Mosquera para decepción de Haller. Luego, un disparo desde la frontal de Juan Cruz que salió desviado por poco. En el lado valenciano, un remate del recién incorporado Diego López que casi se perdió fuera del estadio. Una escopeta de feria tenía más peligro que lo que generaban unos y otros.

Las ocasiones, para el final

Los minutos fueron pasando y Rosier provocó el "huy" en las gradas con una buena incursión en el área que frenó Mosquera, el mejor de los suyos. A lo que contestó Diego López con un tiro raso, primero entre los tres palos, que atrapó Dmitrovic. Eso animó a los de Baraja, que disfrutaron de su mejor oportunidad ya en la recta final cuando Dani Gómez envió fuera una volea en carrera. La respuesta fue un disparo a la madera de Óscar ya en el tiempo añadido. Hubiera sido injusto, muy injusto, que alguno de los dos equipos se llevara la victoria.