Sólo se han disputado dos partidos de LaLiga, pero la presencia de Modric hasta el momento ha sido la de un suplente con poca participación. En el debut en San Mamés, el Balón de Oro en 2018, salió al campo en el minuto 80 sustituyendo a Vinicius y en el choque disputado en Almería lo hizo en el 72 en lugar de Rodrygo. Tiene argumentos para justificar su malestar.
El croata, que cumplirá 38 años el 9 de septiembre, se ha preparado con esmero en pretemporada, consciente de que la competencia para jugar sería mayor. A pesar de su edad, el balcánico ha demostrado una gran forma física y un compromiso defensivo ejemplar siempre que ha salido al campo con su equipo.
Con el mercado aún abierto y Arabia Saudí lanzando la caña, Modric se vuelve a poner en el punto de mira de la Saudi Pro League. Cuestionado sobre ello, Ancelotti ha sido claro en la rueda de prensa previa al partido en Vigo contra el Celta: “No, Luka ya ha decidido lo que quiere hacer. No es usual para él esta situación, no está jugando como de costumbre. Obviamente no está contento, pero está muy bien. Aportará, no tiene problema. Para todos, yo incluido, es particular que Modric no juegue de inicio, pero aportará como lo hizo en otras temporadas”.
El técnico italiano sigue confiando en el genio de Zadar pero su presencia en el campo irá disminuyendo, como se está demostrando en el inicio de temporada, en favor de otros jóvenes con más despliegue físico. Su continuidad con la selección croata, con la que quiere jugar la Eurocopa 2024, tampoco juega a su favor a la hora de dosificarse pero su vinculación con su equipo nacional es incuestionable para él. Seguirá jugando y brillando en el Madrid pero el frasco de las esencias de Modric será más pequeño esta temporada. Tendrá que acostumbrarse.