Una nueva operación entre Girona y Barcelona: Óscar Ureña, al filial culé
Óscar Ureña es el último protagonista del baile de jugadores entre Girona y Barcelona, dos clubes casi vecinos que guardan una muy buena relación. Ya se demostró en el curso anterior con las cesiones de Eric García y Pablo Torre en un mercado también determinado por el traspaso de Oriol Romeu. Este último, que volvía al lugar donde todo empezó para él, ya está de vuelta al conjunto de Montilivi en busca de un nuevo resurgir.
El extremo se despide tras haber jugado como cedido en las campañas 2022/23 (al Cartagena durante medio curso tras no tener apenas minutos con los catalanes) y 2023/24 (al Leganés). En su todavía brevísimo currículo puede añadir que ya sabe lo que es ascender a la élite del fútbol español, si bien hay que destacar que no ha sido un jugador demasiado importante con el cuadro pepinero -19 encuentros, dos de ellos en Copa del Rey, y apenas una asistencia-.
Ureña tratará de relanzar su carrera en una categoría, la Primera RFEF, en la cual está llamado a destacar. Es consciente también de que buenas actuaciones en el filial le pueden dar la oportunidad de jugar a las órdenes de Hansi Flick, quien ya ha demostrado en su estreno que seguirá mirando hacia la cantera -como hizo Xavi Hernández y es habitual en la entidad-. Eso, de momento, es una posibilidad aún lejana e incluso improbable por la elevadísima competencia.
El atacante de 21 años, que todavía no sabe lo que es ver portería en el fútbol profesional, tuvo participación recientemente en los Juegos Olímpicos de París y se enfrentó a una España que se impuso por 1-3. Al contrario que en ese encuentro, sí fue titular en los compromisos frente a Egipto (0-0) Uzbekistán (1-1). Su mejor actuación tuvo lugar en el duelo contra los africanos, con una nota de 7,1 sobre 10 puntos según las valoraciones de Flashscore.