Mucho en juego en San Mamés entre leones y verdiblancos. Un triunfo marcaba la diferencia entre estar en puestos europeos de cara a la próxima campaña o no. Así lo entendieron tanto el Betis, por defender su sexto lugar, como el Athletic por querer arrebatárselo.
Imponiendo un ritmo frenético desde el pitido inicial, ambas escuadras mantuvieron a los presentes en el feudo bilbaíno con el corazón en un puño, conteniendo la respiración para que los jugadores no tuviesen que vivir sin aire en el ir y venir de hostilidades que protagonizaban.
Querían calmar su aflicción y asegurar el idilio con Europa lo antes posible. Eso hizo que todo fuese muy rápido. Tanto que nada más empezar los chicos del ‘Txingurri’ Valverde estuviesen a punto de inaugurar el marcador. Lo que no esperaban es que los primeros en golpear fuesen los andaluces.
Ni 10 minutos habían transcurrido cuando Willian José se inventó una volea fantástica para adelantar a los de Manuel Pellegrini. El brasileño, que apenas anotaba su segundo gol en lo que llevamos de curso en LaLiga, mató los cánticos que llegaban desde la tribuna rojiblanca y permitió que el Betis dejase de ahogarse por su amor, la clasificación continental, durante un tiempo.
Al Athletic le hubiese encantado querer un poco menos quitarle a su rival la posición de privilegio que atesoraba. Sin embargo, su naturaleza combativa empujaba a los leones a tratar de buscar oxígeno insistentemente, como un pez que nada sin agua. Se acercaron al área rival con ahínco y la suerte les era esquiva, hasta el punto de sufrir misteriosos resbalones a las puertas del gol.
Siempre le salía cruz a unos leones que momentáneamente respiraron con una pena máxima señalada a su favor. Les duró poco la alegría, ya que el colegiado rectificó la decisión con ayuda del VAR. El error había sido grosero y lo borró de un soplido.
No se puede jugar sin aire
El paso del tiempo apremiaba al cuadro rojiblanco mientras los verdiblancos notaban como se llenaban sus pulmones para reforzarse en labores defensivas. El asedio sobre la meta visitante, pero Claudio Bravo se encargaba, por medio de milagrosas intervenciones, de cortarle las alas a un ave que picaba con fuerza desmedida el muro que se situaba ante su mirada.
Con el final acercándose a pasos agigantados, los vascos seguían sin encontrar tierra en la que hacer florecer sus esperanzas de acercarse a una Europa muy despegada, que les iba queriendo un poco menos cuanto más la buscaban.
Los hombres de Ernesto Valverde convirtieron el tramo final en un infierno para los sevillanos. Les fueron absorbiendo el oxígeno para tratar de asfixiarles, pero tenían suficientes existencias para pasar el mal trago. Comprobaron los bilbaínos que no se puede jugar 80 minutos sin aire y tratar de recuperarlo a lo último de la peor manera: con una derrota que les deja a cinco puntos de su objetivo europeo.
Jugador Flashscore del partido: Claudio Bravo
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