Iván Villar, cuando la paciencia se convierte en la pasarela hacia el éxito
Iván Villar (25) es un buen ejemplo de persistencia, trabajo y, sobre todo, paciencia. Debutó hace casi seis años, en mayo de 2017, en la visita del Celta de Vigo al Deportivo Alavés. Los locales marcaron tres goles en menos de 40 minutos y frustraron el debut de un guardameta que iba a tener que esperar hasta julio de 2020 para volver a disputar un partido oficial con la camiseta celeste. Fue titular en los cuatro últimos encuentros de ese curso y repitió al principio de la siguiente campaña.
Esa segunda oportunidad no le llegó por casualidad, sino porque Rubén Blanco sufrió una grave lesión contra el Atlético de Madrid -Sergio Álvarez estaba también en la enfermería- y la única alternativa era el propio Villar. En muy poco tiempo pasó de ser la tercera opción a tener un papel principal. Tuvo que esperar hasta su séptima participación para poder celebrar un triunfo (2-1 frente al Valencia). Conviene destacar que el club, pese a tener esa dramática situación, decidió no fichar en el mercado veraniego.
Volvió al banquillo meses después por el regreso de Blanco y se estrenó en la Copa del Rey ante el Llanera. Semanas más tarde encajó cinco dianas en dicho torneo (5-2 en Ibiza). Ya en 2021, el ahora arquero del Olympique de Marsella volvió a sufrir un nuevo contratiempo físico y eso le permitió ser de la partida otra vez -13 encuentros de forma consecutiva-. Sin embargo, esta vez sí, la entidad viguesa decidió incorporar al experimentado Matías Dituro y mandó cedido al pontevedrés al Club Deportivo Leganés.
Llegaba a LaLiga Smartbank con cierto cartel, principalmente porque tuvo un papel protagonista en la racha triunfal de su equipo entre abril y mayo -incluida una victoria en el Camp Nou- y ya tenía algo de rodaje en la élite. Tras seis jornadas seguidas sin ganar, Asier Garitano prescindió de él y optó por la experiencia de su tocayo Riesgo. Durante su estancia en la capital, sólo 10 titularidades en el torneo regular. La prometedora cesión no fue ni mucho menos fructífera.
Suplente en Segunda y titular en Primera
Regresó a casa y se quedó como el principal recambio a Agustín Marchesín. El ex del Oporto, un perfil similar al de Dituro en cuanto a edad, ofreció un rendimiento algo irregular en todo el tiempo que estuvo disponible, pero eso no tuvo consecuencias negativas para él. Sin embargo, se rompió el tendón de Aquiles de su pierna izquierda en febrero y se despidió del presente curso, por lo que dejó libre la portería. Y ahí estaba de nuevo Iván, que no es terrible, sino constante.
El club decidió fichar a Diego Alves con la idea de que fuese de la partida, pero el ex de Valencia o Almería estaba fuera de forma y tenía que ponerse a tono. Entretanto, el cancerbero de 25 años ha aprovechado para asentarse con buenas intervenciones y un balance que lo deja en muy buen lugar: cuatro victorias, dos empates y una derrota. Además, en los últimos seis partidos ha encajado tres goles (seis si tenemos en cuenta sus siete intervenciones hasta la fecha). El Celta, a dos puntos del Athletic Club, que es séptimo.