¿Bastará la reputación de Gennaro Gattuso para resucitar al Olympique de Marsella?
Si algunos seguidores del Olympique de Marsella se quejaban de la elección de Marcelino García Toral, a pesar de ser la más glamurosa de las opciones marsellesas, ¿qué decir de Gennaro Gattuso? Aunque "Rino" ha cosechado algunos éxitos con el Milan y el Nápoles, ¿qué lugar ocupa en el escalafón de los entrenadores de renombre? Su etapa en el Valencia terminó abruptamente el 30 de enero. Sin nuevos fichajes cuando, como sus predecesores, estaba convencido de que Peter Lim acabaría aprobando algunos movimientos, y sobre todo sin ideas cuando el club era 14º en la Liga, se marchó. Fue una dimisión en desacuerdo con su antigua reputación de gruñón.
En concreto, Gattuso ha conseguido mucho menos como entrenador que Marcelino. Pero en el juego mediático, el ruido siempre gana a la calma, hasta el punto de creer que el asturiano no tenía personalidad, ya que para tenerla hay que gritar y agitar los brazos...
Más allá de los tópicos
Pero como dice el tópico, hace falta "un hombre fuerte" para liderar al OM, así que Pablo Longoria dio a la gente lo que estaba esperando. Ejemplo perfecto de jugador que nunca se rindió, Gattuso cosechó grandes éxitos en la Serie A. Consiguió resucitar a los Rossoneri, que fueron campeones dos temporadas después, y ofreció un fútbol de calidad con los Partenopei, aunque su eliminación de la Europa League a manos del Granada siga siendo un punto bajo en su etapa en Campania.
Gattuso se marchó al final de la temporada 2020-2021 tras quedarse fuera de la clasificación para la Liga de Campeones por un solo punto, cuando el destino de su equipo estaba en sus propias manos, y ni siquiera empezó su contrato con la Fiorentina. Tardó una temporada en volver a la carga, en un club moribundo en el que debía revitalizar al equipo dando palmaditas en la espalda a los jugadores y practicando un estilo muy alejado del de José Bordalás. En la capital del Turia, apenas duró 6 meses.
Naturalmente, fue imposible evitar las imágenes estereotipadas del OM y de él en el momento de su presentación. Bernard Tapie, Jean-Pierre Papin y Didier Deschamps como figuras históricas, Marcello Lippi y Carlo Ancelotti como mentores, una referencia al palmarés del club y al ambiente local: "Es el único club francés que ha ganado la Liga de Campeones. Llego a un lugar con un ambiente muy caldeado, pero eso no me asusta. Mi pasado como entrenador y jugador demuestra que no me asusta enfrentarme a estos ambientes. La consigna es Europa. Es el entorno natural de este club, por su historia. Tenemos que generar ganas e ilusión. El objetivo es estar entre los cuatro primeros, y mi contrato depende de ello. La gente tiene que venir al Velódromo, estar orgullosa del equipo y disfrutar. El Vélodrome es uno de los pocos estadios de Europa que puede compararse con los de Sudamérica. Es un auténtico valor añadido para nosotros.
La última carta... ¿pero para quién?
Gattuso impone respeto, pero eso sólo puede durar un tiempo. Tendrá que demostrar su valía, y rápido. De ello depende el futuro inmediato del OM y el suyo propio. El italiano, de 45 años, ya no puede vivir de su imagen como jugador, y necesita desesperadamente relanzar su carrera como entrenador.
Para Longoria, también se trata de insuflar nueva vida a su mandato como presidente del OM, en un momento en el que Javier Ribalta, su mano derecha, mantiene un perfil bajo, cuando no invisible. No me gusta hablar de la última carta; es el terreno de juego el que habla. Confío en Gennaro, es el hombre adecuado para este trabajo. Ha analizado bien al equipo. Prefiero no hablar de cuestiones extradeportivas, sino de unidad y de trabajar en la misma dirección. Con un contrato mínimo (hasta final de temporada con una temporada de opción), todo apunta a que el calabrés es un bombero. Es difícil resumir la carrera de Gennaro en una sola palabra", modera el español. Ha mejorado los resultados de sus equipos. Gennaro puede aportar energía, personalidad y confianza a los jugadores. Eso les permitirá desarrollar su propio sistema de juego".
De momento, una cosa es segura: el 4-4-2 ha quedado aparcado. Los jugadores no se sentían cómodos con él. Por tanto, habrá un centro del campo de 3 hombres, lo que exigirá un gran esfuerzo porque, con esta configuración, entre el Ajax y el PSG, el OM sacó 7. Marcelino ha hecho un buen trabajo, pero yo juego en 4-3-3 o 4-2-3-1. Pero todo depende de cómo vaya el partido", declaró Gattuso (...) Soy consciente de la situación, es difícil. La superaremos trabajando duro". Sin embargo, su análisis del Clásico del pasado domingo es de indulgencia, mientras que Pancho Abardonado, el técnico interino temporal, compareció tras el partido con lágrimas en los ojos por el espectáculo: "Vi el partido contra el PSG, un equipo injugable. Es normal que el equipo no jugara bien. Me gustó cómo se comportaron los defensas y los centrocampistas, porque el partido podría haber terminado 10-0 abajo. No se rindieron .
Longoria admite que Gattuso le conquistó rápidamente, y considera que su nuevo entrenador es el hombre que le aportará serenidad, aunque eso signifique incorporar a Jorge Mendes al equipo olímpico. Con la promesa de un estilo de juego ofensivo, el italiano se ha metido en el mismo saco que su nuevo presidente. Y si uno se queda en el camino, también lo hará el otro.