Irene Paredes hace autocrítica: "El otro día quedamos totalmente retratadas"
Irene Paredes (32) es una de las indiscutibles en el combinado que dirige Jorge Vilda (42). No estuvo a la altura ante las niponas, sobre todo a la hora de sacar el balón jugado desde atrás, pero su figura es clave en un plantel que echó de menos a ausentes como Patri Guijarro (25) y Mapi León (28). Un Mundial, sin embargo, acostumbra a dar nuevas oportunidades y la siguiente va a llegar este mismo sábado en una jornada que sería histórica para la Roja en caso de victoria.
"Cuando ganamos se infla todo, pero nosotras tenemos los pies en la tierra y sabemos lo que debemos hacer. No queremos que los haya, pero puede haber días malos, como el lunes, que fue muy malo, y ya entonces parece que no valemos para nada. Hay que buscar un equilibrio. No hacemos demasiado caso a lo de la presión. Vivís y vivimos de eso", explicó la zaguera.
Sabe que el crecimiento de las mujeres en el fútbol trae consigo una mayor exposición y, en consecuencia, más críticas cuando los resultados no acompañan: "Es normal que se nos dé caña". Ella, como peso pesado del vestuario, intenta aportar "tranquilidad" a las más jóvenes y, en resumidas cuentas, les dice que "no deja de ser un partido de fútbol".
Así vio el 4-0 desde el verde
Pese a que es una fija y está llamada a mantenerse, dejó en duda su presencia en la alineación: "Estoy bien. No fue un buen día. Aparezco en todos los goles. Estuve a punto de parar algunos. No hace gracia que al final entren. Intentaré hacerlo mejor si puedo participar contra Suiza y, si no, mis compañeras estarán trabajando para dar el máximo nivel".
"No supimos cambiar nada. Nos desplegamos mucho en ataque y el otro día nos pillaron bien en las contras. Japón tiene la calidad a la hora de poner el pase cuando toca y las definiciones fueron perfectas. Evidentemente se defiende desde arriba. Intentamos defender todas, pero no fue el partido de ninguna. El otro día quedamos totalmente retratadas y por eso nos dolió tanto", continuó.
Con la mente en los octavos
Definió a Suiza como un equipo que destaca por el "físico" y vaticina que "se meterán atrás para hacer buenos contraataques". Tiene confianza en que darán su mejor versión porque han hecho "borrón y cuenta nueva" con la intención de "demostrar" de lo que son "capaces". Lo visto "en los entrenamientos", asegura, es otro aliciente para pensar en que estarán en los cuartos de final.
En otro orden de cosas, hizo referencia a Ana-Maria Crnogorcevic, compañera en el Barcelona y una de las grandes figuras del conjunto helvético: "Algo hemos hablado, no te voy a mentir. Tenemos muy buena relación y hasta solemos hacer todos los ejercicios juntas. Nos picamos mucho. Es una atleta y una líder. Cumplió 150 internacionalidades el otro día y es capaz de cambiar el estado anímico de todo el equipo. Sus cualidades físicas le hacen poder ir de área a área".
Capitana en la sombra
Fue contundente a la hora de argumentar que todas las que están en Oceanía es porque lo merecen. Además, con esa misma fuerza se refirió al brazalete de capitana. Actúa como si lo fuera y el hecho de no llevarlo no le "preocupa nada". Estuvo en poder de Ivana Andrés contra Costa Rica y Zambia, mientras que fue responsabilidad de Misa Rodríguez durante el último encuentro por la ausencia de la central.
"Se agradece que te tengan como referente. Con Marta no he podido jugar, sí contra ella. Me dio bastante pena que se despidiera en fase de grupos. Ella abrió el camino y me parece brutal que haya podido estar en la élite durante tantos años. Ha tenido lesiones de rodilla, pero ayer salió titular y se ve cómo lidera el grupo. La gente te da por acabada cuando te vas haciendo mayor. Me gustaría darle la enhorabuena por todo lo que ha hecho", expresó acerca de la brasileña.