El poste de aluminio de 12,7 centímetros de ancho fue todo lo que separó a las estadounidenses del desastre absoluto el martes, cuando un disparo de la delantera portuguesa Ana Capeta en el tiempo añadido rebotó en dicha estructura.
El intento fue tan convincente que incluso el seleccionador portugués, en la banda, creyó al principio que habían logrado lo imposible, superar a las estadounidenses, primeras en la clasificación FIFA, y meterse en la fase eliminatoria en su debut en el torneo.
Sin embargo, las portuguesas hicieron las maletas tras el empate a cero, mientras Estados Unidos se quedaba atrás, preguntándose cómo su camino hacia un tercer título consecutivo sin precedentes había estado a punto de convertirse en un completo desastre.
"La jugadora del partido fue ese poste", declaró Carli Lloyd, corresponsal de Fox Sports, en una sombría valoración de la actuación de sus ex compañeras.
De haber quedado eliminadas, habría sido la peor actuación en un Mundial para el equipo mejor clasificado y habría supuesto la primera vez que las defensoras del título caían eliminadas en la fase de grupos.
"No es que no tengamos las piezas", declaró a la prensa el seleccionador Vlatko Andonovski. "Tenemos que atenernos a nuestros principios, a nuestro modelo de juego y a nuestra filosofía".
Es casi seguro que se enfrentarán a Suecia en octavos de final, donde deberán encontrar la manera de controlar la destreza a balón parado de las campeonas de 1995 si quieren sobrevivir.
Para lograrlo, Estados Unidos deberá resolver su falta de sincronía, que Andonovski achacó anteriormente a la falta de minutos de juego en común de las titulares.
Su decisión de dar entrada a Lynn Williams en lugar de Trinity Rodman en la delantera el martes no dio mejores resultados, ya que la guardameta portuguesa Inés Pereira no tuvo problemas para rechazar los mejores intentos de Williams.
"Hay aspectos en los que tenemos que mejorar... empezando por atrás, cómo conectar con las centrocampistas, y desde el mediocampo hasta las delanteras, cómo ser más peligrosas", declaró Andonovski a la prensa.
"Tenemos que ponernos de acuerdo cuando llegue el último gol, el último pase y la ejecución".
Otro posible problema para su encuentro de octavos de final del domingo en Melbourne será la ausencia de la centrocampista estrella Rose Lavelle, que ha visto limitados sus minutos tras regresar de una larga recuperación de una lesión.
La astuta y creativa favorita de la afición fue titular el martes -y pareció ser la más capaz contra la defensa portuguesa-, pero incurrió en una segunda tarjeta amarilla que le impedirá jugar el próximo partido.
Fue un golpe decepcionante para un mediocampo estadounidense que ya funcionaba por debajo del nivel que deseaban ver.
"Yo no diría que las tres mediocampistas estaban desunidas, obviamente queríamos verlas más conectadas", declaró Andonovski. "Simplemente tenemos que mejorar".