Inglaterra había tropezado en la misma fase en dos ocasiones anteriores, pero las campeonas de Europa no cometieron ningún error esta vez para silenciar a la mayoría de los 75.000 espectadores y alcanzar la final por primera vez.
"Hemos llegado a la final y es increíble. Parece como si la hubiéramos ganado, pero no la hemos ganado, sólo hemos ganado este partido", declaró la seleccionadora Sarina Wiegman.
"Hemos jugado un partido duro, pero de nuevo hemos encontrado la manera de ganar. Hemos estado hablando de implacabilidad y este equipo la tiene, tanto en ataque como en defensa".
Un sueño hecho realidad
Inglaterra se enfrenta en la final a una peligrosa selección española que derrotó a Suecia por 2-1 en semifinales, con un nuevo nombre por grabar en el trofeo.
"Todos los partidos de este torneo han sido del más alto nivel, así que tenemos que estar preparadas", declaró Russo.
"Pero llevamos soñando desde que éramos niñas. Estamos emocionadas, nos recuperaremos y estaremos listas", agregó.
Las británicas ya había estado en esta situación antes, en 2015 y 2019, perdiendo 2-1 en ambas ocasiones, siendo un tercer puesto su mejor Mundial hasta ahora.
Pero Wiegman las llevó al título europeo el año pasado en casa y la capitana Millie Bright dijo antes de la semifinal que ahora estaban mejor preparadas para manejar partidos de gran presión.
Demostraron su capacidad de recuperación en un estadio repleto de público rival y silenciaron a una nación local expectante.
A pesar de la derrota, Australia ha disfrutado del mejor Mundial de su historia, a falta de disputar el sábado la contienda de la consolación por el tercer puesto contra Suecia.
"Lo siento por muchos esta noche, todas los jugadoras se lo han dejado ahí fuera", declaró Tony Gustavsson. "Pero ha sido una de esas noches. Inglaterra fue certera", comentó.
"Nuestra defensa en la primera parte fue sólida, pero no fuimos lo bastante valientes con el balón. En la segunda parte empezamos a hacer el tipo de juego que sabemos hacer", añadió.
