Después de la controversia que generó en la liga inglesa y en la sociedad británica la compra del Newcastle en 2021 por parte de un fondo de inversión de Arabia Saudí, país al que se acusa de haber cometido crímenes contra la humanidad, la Premier ha aprobado una serie de restricciones para evitar que algo así se vuelva a repetir.
Además de que no podrán adquirir o entrar en el accionariado ningún inversor que tenga pendiente alguna sanción del gobierno o que haya sido condenado por no respetar los derechos humanos, tampoco podrán hacerlo quienes hayan incurrido en delitos de violencia, corrupción, fraude, evasión fiscal y crímenes motivados por el odio.
Del mismo modo, se ha aprobado por parte de los clubes que se tendrá un mayor control sobre el historial de insolvencia que hayan podido tener aquellos potenciales compradores, de tal modo que la Liga pueda emprender acciones contra esas personas.
Auditorías anuales y mayor transparencia
También los clubes deberán colaborar con las auditorías realizadas por la Premier, que serán anuales, con una lista de 'materiales de adquisición' que entregarán para la realización de los informes financieros. Asímismo, la Liga elaborará un informe cada año en el que se revelen públicamente las personas o empresas inhabilitadas para poder ejercer como directivos y propietarios.
Lo que se busca, en definitiva, es que exista una mayor claridad y transparencia sobre la adquisición de los clubes, así como garantizar que quien lo compre tenga capacidad real de inversión y con un historial limpio de delitos.
Todas las decisiones que tome la Premier serán supervisadas, como recomendó el gobierno inglés, por un organismo independiente para garantizar la neutralidad.