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La falta de comunicación ensombrece la renuncia de algunas jugadoras a la selección

David Alonso
Actualizado
La selección femenina, en el avión de vuelta a España tras haberse proclamado campeonas del mundo.
La selección femenina, en el avión de vuelta a España tras haberse proclamado campeonas del mundo.RFEF
Salvo cambio drástico de última hora, todo apunta a que las internacionales no se prestarán para acudir a la convocatoria que la nueva seleccionadora, Montse Tomé, debe anunciar este viernes (16:00) de cara a los enfrentamientos contra Suecia en Goteborg el 22 de septiembre y frente a Suiza en Córdoba cuatro días más tarde, ambos correspondientes a la Liga de las Naciones. Tras las salidas de Rubiales y Vilda, las jugadoras han decidido mantener una postura de fuerza. Ninguna ha hablado sobre los motivos. La falta de transparencia y el oscurantismo en este caso cuestionan sus exigencias y ponen en duda su intransigencia. 

Según diversas fuentes, tras largas deliberaciones con responsables federativos, las 23 campeonas del mundo y el resto de las jugadoras que participaron en el comunicado de renuncia tras el Mundial habrían decidido no estar a disposición de la Selección. Otras fuentes, no obstante, apuntan a que no todas las jugadoras secundarían esa postura. 

Hasta el momento, se desconocen las razones y se espera un comunicado de las futbolistas en el que aclaren los motivos reales de su renuncia una vez que Rubiales y Jorge Vilda ya están fuera de la RFEF. 

La papeleta para Tomé es de órdago, ya que deberá elaborar una lista con jugadoras que no estén de acuerdo con sus compañeras internacionales y quieran acudir a la llamada. El problema es mayor teniendo en cuenta que la Nations League podría otorgar un puesto a España para disputar los Juegos Olímpicos por primera vez en la historia.

La reunión del jueves, cuyo contenido aún no ha trascendido, en la que estuvieron conectadas todas las campeonas del mundo y a la que se sumó el sindicato FUTPRO, mayoritario en el fútbol femenino, no sirvió para llegar a un acuerdo, pero los motivos siguen siendo un misterio y el hermetismo que rodea este plante deja en entredicho la postura de unas jugadoras que piden una criba más profunda sin explicar las razones de ese intervencionismo en funciones de gestión que están muy alejadas de su rol como deportistas.