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Los RedSticks lucharán por el bronce tras caer con estrépito ante Países Bajos (4-0)

César Suárez
Thierry Brinkman celebra el segundo gol de Países Bajos
Thierry Brinkman celebra el segundo gol de Países BajosAFP
La selección española masculina de hockey se quedó a las puertas de la final olímpica después de volver a caer, como ya sucediera en la fase de grupos, ante Países Bajos. Si en esa el resultado fue de 5-3, en la semifinal la superioridad oranje fue aún mayor, con un 4-0 incontestable.

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Salieron los españoles mandando, controlando la posesión y acelerando con pases largos en cuanto se atisbaba un hueco en la defensa hombre a hombre de los neerlandeses. Así tuvieron los RedSticks la primera gran ocasión, desbaratada por Blaak ante Marc Reyné. El problema, sin embargo, llegaba atrás, con varias pérdidas ante la presión de un rival que fue creciendo desde la banda izquierda de su ofensiva. Por ahí se generó la oportunidad que acabó en penalti-stroke. Jip Janssen, el especialista, no falló y puso en el minuto 12 el 1-0 en el único lanzamiento a puerta de los suyos.

España tenía que ingeniárselas para subir el bloque defensivo o podía sufrir los efectos de la contundencia holandesa. Y no tardó mucho en demostrar ésta Brinkman, el capitán, con un tiro seco en el área que se coló por la escuadra sin que Calzado pudiera reaccionar. Mal pintaban las cosas para los de Max Caldas, impotentes para encontrar el camino hacia la meta enemiga. Al menos, llegaron al descanso atacando. 

Un palo tras volver al campo

El consuelo, sin embargo, no sirvió de mucho. Ni dos minutos habían pasado de la reanudación cuando otro error defensivo, una bola suelta en el semicírculo tras un mal despeje, llegó al stick de Van Dam, que no perdonó el regalo para sellar el 3-0. 

Los ibéricos necesitaban reducir distancias lo más rápidamente posible. Pero apenas disfrutaron de dos penaltis-córner en ese tercer cuarto que casi les cuesta un cuarto gol a la contra. Muy poco peligro y nula efectividad para Bonastre y Miralles para poner en aprietos a los oranje. 

Y así siguió en el último, con Países Bajos defendiéndose sin conceder ocasiones, apenas otro par de penaltis-córner desaprovechado nuevamente por los RedSticks. No era el día de España, está claro. Y sí el de los tulipanes, que anotaron un cuarto tanto, obra de Telgenkamp.

No quedó otra que empezar a pensar ya que centrarse deportiva y, sobre todo, anímicamente, en luchar por la medalla de bronce el próximo jueves.